" AÑO DEL BICENTENARIO, DE LA CONSOLIDACIÓN DE NUESTRA INDEPENDENCIA, Y DE LA CONMEMORACIÓN DE LAS HEROICAS BATALLAS DE JUNÍN Y AYACUCHO "

viernes, 3 de junio de 2011

INDIGNADOS



Queridos familiares y amigos:

Imagino que que como yo, muchos de ustedes forman parte de ese 15% de electores indecisos que el domingo 5 de junio van a inclinar labalanza a favor de uno u otro candidato.

Sé que la elección es un asunto personal y, en otras circunstancias, jamás me hubiese tomado la libertad de pretender influir en su decisión.

Pero puestos una vez más en la situación de tener que escoger el mal menor y viendo lo reñido de la contienda y la campaña tendenciosa que la mayoría de medios de comunicación están llevando a cabo, me siento en la obligación moral de apelar a su capacidad de indignación y sentido de la decencia, para impedir el oprobio de volver a entregar el país a quienes tanto daño le hicieron. A mí, como supongo que a muchos de ustedes, tampoco me convence del todo ninguno de los dos candidatos, pero prefiero mil veces darle el beneficio de la duda a Ollanta antes que votar por quienes ya dieron probadas muestras de corrupción y desapego por las libertades democráticas.

Los fujimoristas han tratado por todos los medios de dar la impresión de que votar por Humala significa entregar el país a Hugo Chávez. Pero he de recordarles que cuando Vladimiro Montesinos huyó de Perú perseguido por la justicia, fue precisamente en Venezuela donde se refugió y que las relaciones entre Fujimori y Chávez fueron siempre cordiales. ¡Qué otra cosa se podía esperar de dos dictadores!

De manera que una victoria de Keiko no garantiza en absoluto que nuestro país no va a terminar en la órbita del chavismo. Los fujimoristas también han tratado de presentar a Humala como un tipo en el que no se puede fiar por sus constantes cambios programáticos. Pero como bien recordaba esta semana Caretas, pasan por alto que una virtud de las segundas vueltas, y de la democracia misma, es la oportunidad que da de moderar y centrar a quienes pasan a ellas, así como de propiciar alianzas que sumen votos y tendencias.

Los fujimoristas han vendido la idea también de que Humala romperá con el modelo económico que tan buenos resultados nos ha venido dando en los últimos años. Pero eso es muy improbable. Humala, como Lula en su momento, tiene ideas de izquierda, pero no es estúpido. Sabe que la única forma que tendrá de redistribuir mejor la riqueza es perseverando en el motor que la genera, que es la inversión privada.

El reto está en crear las condiciones para que esa riqueza llegue a los estratos más pobres de la población, lo cual pasa por invertir en infraestructuras y hacer más eficiente el gasto del Estado. Y si quiere subir las regalías mineras, ¡pues que las suba! Los ingresos de estas compañías han crecido de manera espectacular en los últimos años por el alza de los precios de los metales.

Están forradas de dinero, sin embargo, sólo pagan una regalía del 2%, mientras que en Chile está en el 5% y el año pasado se plantearon subirlo al 8%. De cualquier manera, en caso de ganar, Humala no tendrá mayoría en el Congreso, por lo que necesariamente tendrá que buscar alianzas y someter a debate todas sus propuestas.

No podemos esperar lo mismo de los fujimoristas. Ya sabemos cómo acostumbraban solucionar ese tipo de inconvenientes: comprando parlamentarios, jueces, militares, periodistas y dueños de medios de comunicación.

No permitamos que todas esas componendas y malas artes vuelvan a ser moneda corriente en nuestra sociedad. Si todavía no han definido su voto, les ruego encarecidamente que tengan en cuenta estas palabras, que no procuran otra cosa que lo mejor para nuestro país.

Con aprecio, Carlos

Cortesía: Fiorela Sevedón Amaya. Periodista.