La Libertad - Con la música a todo volumen ycon el cuerpo bañado en sangre sobre su asiento, quedó un joven chofer de colectivo, tras ser asesinado de cinco balazos por un sujeto que lo interceptó a bordo de un taxi, ayer a las 2:00 de la tarde, en la Panamericana Norte, cerca al puente Capricornio, en el distrito de La Esperanza.
El auto station wagon, de color negro que cubría la ruta “B” y afiliado a la empresa de servicio “Horizonte Ecológico” en el que murió Jack Henry Rodríguez Rodríguez (25), quedó estacionado a un costado de la Panamericana Norte rodeado por un centenar de consternados vecinos que trataban de identificar al joven occiso.
Durante el levantamiento de cadáver, algunos testigos del macabro crimen narraron, que el victimado, se dirigía de sur a norte transportando a una señora.
MUERTE.
A 20 metros de llegar al puente Capricornio, decidió descender una pasajera, por lo que el chofer se estacionó a un costado de la vía. En ese momento, un sujeto intentó subir lentamente, al parecer, dando tiempo para que se concrete el ataque.
En ese lapso, irrumpió en la escena un auto modelo Tico de farola “Primavera Tours” con tres sujetos a bordo. Uno de ellos midió rápidamente la distancia, empuñó una pistola de 9 milímetros Parabellum, apuntó a Rodríguez Rodríguez y le descargó cinco certeros balazos en la cara, cuello y pecho.
Se rumoreó que el asesino sería un hombre de contextura gruesa que actuó sin piedad y sin mediar palabra alguna contra el chofer de colectivo.
Los sicarios, con la misma rapidez con la que actuaron para cometer el crimen, emprendieron la huida por la avenida Manuel Torrego. Al lugar de los hechos, arribaron peritos de Criminalística y el fiscal de turno, quien dio fe del crimen ocurrido y ordenó la continuidad de los trámites de ley.
Dolido padre
Edilberto Rodríguez Jara, padre del occiso, al llegar de trabajar se enteró en su vivienda que su hijo había sido asesinado, por lo que se trasladó de inmediato al lugar de los hechos que se encontraba abarrotado por agentes del Escuadrón de Emergencias, vecinos y curiosos.
El progenitor, explicó que su hijo llevaba tres días conduciendo el auto de su propiedad. Explicó que Jack, antes de llegar a Trujillo, trabajó por dos años conduciendo una combi en Lucma (Gran Chimú), de donde proviene la familia Rodríguez Rodríguez.
Dato:
El occiso deja en orfandad a un menor de año y medio. Vivía en el asentamiento humano María Elena Moyano, en la Mz.8 Lt.1. en Wichanzao. Por otro lado, por la forma como fue abatido, la Policía no descarta que se trate de un nuevo ajuste de cuentas.(correo)