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jueves, 18 de abril de 2013

"Mi esposo no se durmió"

Denuncia que lo obligaron regresar a Trujillo sin descansar, ni bien llegó de Huamachuco.

Mientras son sepultados uno a uno los 40 pasajeros que murieron al caer el ómnibus de la empresa Horna a un abismo de 200 metros, en una modesta vivienda de La Esperanza una mujer y sus dos hijos viven otro drama.

Se trata de la familia de Santos Eduardo Rivera Chacón, el chofer de aquel bus, el hombre que –según la versión acusatoria—se quedó dormido al volante dando paso a la tragedia desatada la madrugada del sábado en la carretera que va a Otuzco.

Ante esta grave acusación, SATÉLITE llegó a su casa de la avenida Gran Chimú N°1927 en cuyos exteriores aún se notaban los rastros del último adiós que le dieron sus familiares y amigos antes que su féretro sea depositado en una tumba del cementerio Jardines de la Paz, la tarde del lunes.

“Lo único que le puedo decir es que todo lo que se ha dicho de mi padre es mentira, él no se quedó dormido”, dice Rosa Rivera Fernández (26) quien decidió así romper su silencio en compañía de su hermano Joel (28) y su madre Andrea Fernández Crisólogo, quien por esos caprichos del destino se quedó viuda a pocos días de cumplir 34 años de casada.

HABLA LA FAMILIA
DEL CHOFER

-¿Cuándo sepultaron a su esposo Santos Eduardo Rivera Chacón?

Ayer (lunes) por la tarde. Es una pena muy grande porque el 30 de abril íbamos a cumplir 34 años de casados, ahora me quedo sola con mis dos hijos.

-¿Pero además de la pena tienen que soportar que lo señalen como culpable de que el bus haya caído al abismo?

Yo les pido que por favor no sigan pensando así porque eso no es cierto. Y no lo digo yo porque era mi esposo. Mi esposo era conocido en toda la ruta y sabían que era muy responsable, él no se quedó dormido. Hasta ahora no sabemos qué ha sucedido, hay varias versiones, pero tampoco quieran acusarlo a él porque no es cierto que se quedó dormido.

-¿Qué les diría a quienes así lo creen?

Lo único que pedimos a la prensa y a la policía es que nos ayuden a que se sepa la verdad y se descubra cómo se les explota a los choferes. Ellos se van solos, no se les pagan sus beneficios, los mandan con carros tal vez con fallas. No hay un control de transportes que verifique y constate que lo que estamos diciendo es verdad. La mayoría no tiene copilotos, se van solo con ayudantes a los que llaman “chules” que no son profesionales ni capaces. Los choferes se van a la deriva.

-¿Pero los representantes de la empresa Horna dicen que en cada viaje van dos pilotos para el relevo?

Hija: Eso es fácil de desmentir porque si en el bus viajaba otro piloto, ¿dónde está? ¿dónde está el cadáver del otro copiloto? ¿dónde está? No está. La policía y la fiscalía pueden ir a la misma empresa y ver en la guía que toda la vida mi papá ha viajado solo. El camino más largo que es a Cajabamba iba ida y vuelta. Estamos tomando las cosas con calma, hemos estado de duelo. Ayer recién me entregaron el cadáver de mi padre. Yo voy a hacer todo lo que está en mis manos para limpiar su nombre, porque la prensa puede hablar muchas cosas, la gente puede hablar de frente y decir un accidente, entonces el chofer se durmió. Yo he viajado con mi padre muchas veces, adelante, acompañándolo, y él siempre despierto. Cuando hemos encontrado el cadáver de mi papá estaba con su bolo de coca, es imposible que él se haya dormido…

-¿Es decir tu papá viajaba solo?

Hija: Mi papá en primer lugar no tenía un copiloto, él siempre ha viajado solo. Eso no está bien, la ley dice que tienen que ir dos. Iba desde acá hasta Cajabamba, son ocho o nueve horas, la carretera está dañada, llegaba y media vuelta. Salía de acá a la 1 p.m. a Huamachuco, llegaba 8:30 p.m. y a las 10 p.m. ya estaba retornando, no descansaba. Nuevamente llegaba en la mañana, estaba acá arreglando el carro, descansaba una o dos horas, y otra vez salía, entonces no tenía descanso. Y la mayoría de choferes de Horna pueden dar fe de eso. Como familia estamos seguros que mi papá no se ha dormido, porque mi papá es un chofer de años, participó en capacitaciones y tiene sus documentos en regla. Hay muchas versiones sobre el accidente: Que tal vez hubo un carro atravesado, que tal vez quiso dar vuelta, que no le dio buena indicación el joven que lo estaba apoyando, porque solo fue con un joven que es un joven inexperto. Dicen que no es una persona normal, todo eso ya se verá en la investigación…

-¿Desde cuándo manejaba tu papá?

Hija: Mi papá manejaba desde que tenía 20 años, actualmente tenía 56 años, es decir, tenía 36 años de experiencia.

-¿Y cuántos años llevaba trabajando en Horna?

Hija: Aproximadamente tres años, pero nunca tuvo un accidente de esa magnitud, nunca. Lo que puedo decir es que yo voy a hacer todos los procesos necesarios para que el nombre de mi papá salga limpio, porque no pueden ensuciar su nombre, y decir simplemente que él se durmió. Un montón de gente conocía a mi papá: de Agallpampa, de Cajabamba, de Huamachuco. Incluso hay personas que esperaban a mi padre que él salga en el bus y decían: “me voy con don Riverita, porque con don Riverita me voy seguro”.

-¿Qué crees entonces que ocurrió?

Hija: Puede ser falla mecánica, porque mi papá me comentó que el carro había estado fallando…

-¿Qué tipo de falla tenía?

Hija: No le podría dar mayor referencia, voy a empezar las averiguaciones…

-¿Cuándo te dijo que fallaba el vehículo?

Hija: Hace una semana, quizás una semana y media. Como la carretera estaba mal, el carro siempre llegaba con fallas. Yo creo que no se le dio el mantenimiento debido a esas móviles. Hay muchas versiones, pero todo eso va a estar en investigación por parte de la Fiscalía.

-Pero si veía tantas fallas en el carro, dejadez por parte de la empresa que no daba mantenimiento a las unidades, ¿por qué no renunció si sabía que también estaba en peligro su vida?

Hija: Lamentablemente por la necesidad de trabajo, así como muchos otros choferes que siguen allí. Lo que nosotros queremos saber es por qué sucedió el accidente, pero estamos seguros que no fue que él se ha dormido. Además, el lugar en el que ha sido era subida, ni siquiera para que entre a velocidad. Lo que a mí me han contado es que el chofer de un carro que iba adelante vio que allí había un camión estacionado, malogrado. Y no lo dice una persona, sino varias. Por eso exigimos una investigación. O sea mi papá se vio obligado a abrirse hasta el bordo de la carretera, por eso dicen que el joven que lo acompañaba, el ayudante, se bajó y dirigió en medio de la neblina desde adelante. No sabemos más.

-¿O sea el ayudante se salvó?

Hija: El ayudante no tiene nada.

-¿Cómo se llama el ayudante?

Hija: No sabemos, sólo sabemos que es un muchacho que le dicen “Cholay” y que, aparentemente, no es una persona normal. Y nos dicen que no tiene nada. Lo que él refiere es que se durmió, pero es imposible que el carro haya rodado, que él haya salido disparado por el parabrisas y que no se haya hecho nada. La caída no tiene descanso, es una pendiente bastante empinada. Además, delante venía mi papá, el joven administrador y el supuesto ayudante. Mi papá quedó en el carro porque estaba con su cinturón, al administrador hasta hoy no lo encuentran. Entonces: ¿cómo se salvó el ayudante? ¿cómo ha salido disparado, está ileso y no tiene siquiera un rasguño? Y ojo que esta versión nos la han dado varias personas. Por eso no queremos dar mayores declaraciones hasta estar seguros y recoger todos los testimonios e informaciones. Mi papá fue un chofer reconocido, eso lo pueden decir todos los que lo conocieron. Viajó hasta Pataz en una empresa llamada El Tiburón. Hay un sitio llamada el Potrerillo, sumamente riesgoso, y mi papá bajaba a los pasajeros y pasaba solo en el bus. Le preguntaba por qué hacía eso, me decía: “Prefiero irme yo, hija, antes de llevar sobre mí tantas vidas”. Mi papá era muy responsable cuando manejaba.

-Señora Andrea, ¿cuándo fue que su esposo salió de viaje?

Viuda: El viernes de la semana pasada salió de aquí de la casa. Como a la 1 p.m. me dice que estaba yendo a echar petróleo porque iba a salir a Huamachuco. Luego nos comunicamos a las 7:30 p.m., me dijo que aún no llegaba a Huamachuco porque la carretera estaba muy fea, estaba por Quesquenda y había mucha neblina. Le pregunté si lo iban a hacer dar vuelta (regresar a Trujillo), y me dice que sí porque no habían carros y que a las 10:30 p.m. iba a volver. Es decir, salía de Huamachuco para regresar a Trujillo. Me dijo: “Mañana (sábado) estoy en casa”. O sea, llegó a Huamachuco, no le dieron tiempo de descansar, tal vez sólo le dio tiempo de lavarse la cara, y emprendió el regreso nuevamente.

-¿Es decir luego de manejar ocho horas, estuvo en Huamachuco una hora y emprendió el regreso a Trujillo sin descansar?

Sí.

-¿Esa era su rutina siempre?

Lamentablemente sí.

-¿Y le pagaban bien por este trabajo arriesgado y sin descanso?

Según me dijo recibía entre 1000 y 1200, pero que le iban a aumentar a 1300 soles.

-¿Cuántos viajes hacía a la semana?

Todos los días viajaba, no tenía vacaciones, ni descanso, sólo descansaba cuando el carro estaba demasiado malogrado, pero en la noche salía de viaje.

-¿Y le pagaban sus beneficios laborales?

No.

-¿Horas extras?

No hay horas extras allí…

-¿Qué les diría a los propietarios de estas empresas?

Que por favor, que no sólo piensen en el dinero, sino que piensen que no traen animales, ni bultos, ni nada; traen vidas. Que sean más conscientes y que pongan dos conductores para que esa gente venga segura, que no sean inconscientes. Lo que les interesa es recibir, vender y vender y no contratar más gente, o sea llenarse ellos los bolsillos y no pensar en la persona que se va, el peligro y que está cargando muchas vidas. Ahora, cuánta desgracia, cuántas vidas se fueron, cuánto sufrimiento de quienes nos quedamos sin nuestros seres queridos.

-¿El SOAT cubrió los gastos del velorio y sepelio?

Hija: Todo lo hemos asumido nosotros, por esos estamos analizando, tomarlo con calma y ver qué proceso sigue ahora. Lo único que pedimos a la fiscalía, a la policía y a quienes tienen a cargo la investigación, que se haga justicia y que se hable con la verdad, que no se mienta, que no se trate de maquillar las cosas, que no se tome el camino más fácil de decir “se durmió”.

VAMOS A DENUNCIAR
A LA EMPRESA HORNA

Entre tanto, ayer, luego de un sentido homenaje en la sede del Colegio Médico de La Libertad, fue sepultado el doctor Walter Junior Velarde Arteaga quien a sus 27 años era Jefe de la Red Salud de Curgos.

Como se recuerda, el cadáver de este joven profesional fue encontrado un día después de la tragedia flotando en las aguas del Río Moche sobre el que cayó el siniestrado bus de la empresa Horna de placa T3A 952 que era manejado por Santos Eduardo Rivera Chacón.

Luego de la dolorosa despedida, sus hermanos Mónica y Ricardo Velarde, anunciaron que formarán un frente conformado por los deudos de todos los pasajeros fallecidos para denunciar formalmente a la empresa Horna.

“No queremos que esta sea una muerte más que queda en los registros, queremos que se haga justicia, no queremos venganza, sino justicia. Nosotros como familia vamos a tomar medidas legales para sancionar al verdadero culpable. No lo hacemos por plata, porque el dinero no nos devolverá a nuestros seres queridos. En ningún momento recibimos ayuda de los representantes de la empresa Horna. A mi hermano lo encontramos nosotros. Por eso hemos intercambiado números de teléfonos con los demás deudos, porque vamos a tomar medidas, nos vamos a organizar. También invocamos al colegio de Abogados para que se sume a este pedido de justicia. No vamos a permitir que una desgracia así quede impune”, finalizó Mónica Velarde.(satélite)