SIN EMBARGO. Autoridades locales no están tomando las medidas de prevención para evitar que cadáveres de animales permanezcan expuestos en la playa y se conviertan en focos de infección para la población.
Lucyana Zavaleta Urtecho
Trujillo
En los últimos días, los balnearios de Las Delicias y de Huanchaco se han vuelto a convertir en el cementerio de aves guaneras que migran desde el norte de la región. Este es un indicio más de que el Fenómeno de El Niño está más cerca de nuestras costas y posiblemente con una intensidad de moderada a alta.
Si bien el hallazgo de aves muertas comenzó casi a fines de mayo, en los últimos días la cantidad se ha incrementado considerablemente, llegando a contabilizarse más de 20 hasta el momento. En un breve recorrido por las citadas playas se pudo observar no solamente cadáveres de animales aún en la arena sino que se pudo constatar la presencia de otras aves débiles que permanecían casi inmóviles muy cerca de donde se hallaban los restos de las que perecieron horas antes.
Lo más preocupante de esta situación es que a pocos metros de las aves muertas circulaban lugareños de diversas edades, incluso niños, que sin ninguna precaución se acercaban a los cadáveres con natural curiosidad, pero sin medir el peligro al que se exponían.
Según el biólogo de la Universidad Nacional de Trujillo (UNT), Carlos Bocanegra García, los pelícanos, pardelas y piqueros hallados se encuentran migrando desde las islas Guañape debido a la falta de alimento; es decir, de anchoveta y sardina, que están escaseando producto de la continua llegada de corrientes de aguas cálidas.
“El alimento de las aves guaneras es básicamente anchoveta y sardinas, que son especies de aguas frías, las mismas que ante la subida de la temperatura del mar migran a otras zonas o se desplazan hacia las profundidades del océano, hasta donde los pelícanos y demás aves no pueden llegar, motivo por el cual se ven obligados a migrar. Esta situación es un claro indicador de que el Fenómeno de El Niño se está acercando y con una intensidad que podría ser mucho más alta que la última vez”, precisó.
Lo grave de esta situación es que hasta el momento las autoridades locales no han tomado las acciones correspondientes. Los cadáveres aún se encuentran varados en la orilla, descomponiéndose y convirtiéndose de este modo en focos de infección para la población.
“Las aves tienen parásitos internos denominados áscaris, los mismos que al ser arrojados por las excretas del animal y quedar en contacto con el exterior ponen en peligro a los humanos, pues se pueden parasitar fácilmente, lo que finalmente los llevaría a la desnutrición”, advierte.
Bocanegra sostiene que las autoridades deben realizar a la brevedad el recojo de los cadáveres y proceder rápidamente a su incineración, pues de lo contrario la población estaría expuesta a los parásitos que se alojan en el sistema digestivo de las aves y que con facilidad pueden llegar al exterior. “No esperemos a que se presenten pobladores enfermos, con náuseas y debilitamiento para recién tomar acciones”, remarcó el especialista de la UNT.(la república)