Por: Dionicio Mantilla León
Llegó la hora de la toma de decisiones.
Mañana 20 millones de peruanos acudiremos a las urnas para elegir a nuestros nuevos gobernantes. Una nueva jornada democrática que se inscribirá en las páginas de la historia republicana como una magnifica oportunidad para dilucidar si continuamos o no con la vigencia de un modelo que si bien nos ha permitido un crecimiento económico este no ha llegado a todos persistiendo la pobreza en sus cifras reales de 51% de pobreza y 17% de extrema pobreza (Según La Comisión Nacional de Lucha Contra la Pobreza y no del INEI de Alan García ) con sus fatídicas señales de desnutrición infantil, desempleo, sub empleo e inseguridad. No queremos un candidato o candidata que durante la campaña electoral nos haya ofrecido regalitos o dádivas sino propuestas básicas que nos encaminen a lograr un país desarrollado y con absoluto respeto a los derechos humanos.
¿Es necesario un modelo que durante 31 años viene golpeando nuestra dignidad nacional con las lacras de la corrupción y la inmoralidad, la desigualdad social y la injusticia, con cientos de conflictos sociales sin resolver, con pueblos que se desangran reclamando atención a sus demandas, con nuestros recursos naturales y empresas estatales estratégicas que se venden al mejor postor? ¿Con pueblos carentes de los servicios básicos y sin calidad de vida? ¿Con la prestación deficiente y no gratuita de los esenciales servicios de educación y salud, con la insoportable carencia de industrias y el abandono de nuestro agro y ganadería? ¿Con un Poder Judicial y un Congreso con baja aprobación ciudadana, con un Estado que urge reformar para hacerlo más eficiente y provechoso?
Una gris realidad socio económica que urge cambiar para bien de las mayorías nacionales con medidas efectivas, con un plan de gobierno que se ajuste a las necesidades del país y con un equipo de técnicos de indiscutible solvencia profesional y moral, sin antecedentes de corrupción, fascismo o ineficiencia que lo haga posible y liderados por alguien que nos inspire confianza por su capacidad y honestidad. Requerimos elegir un gobernante que tome como lema que: “Primero es el Perú y luego el extranjero”, que promueva las inversiones, pero de acuerdo los intereses nacionales y con preferencia a los inversionistas nacionales. Requerimos una Patria pujante y desarrollada, sin tutelajes extranjeros de ninguna índole, sin servilismos, ni dictaduras. Una Patria libre y democrática, justa y digna, como lo quiso nuestro Prócer de la Independencia, Tercer Libertador del Perú y América, Dr. José Faustino Sánchez Carrión. El Perú requiere con urgencia un cambio de rumbo. Si amamos de veras a nuestra patria este 5 de Junio elijamos a quien consideramos hará posible este cambio.
¿Es necesario un modelo que durante 31 años viene golpeando nuestra dignidad nacional con las lacras de la corrupción y la inmoralidad, la desigualdad social y la injusticia, con cientos de conflictos sociales sin resolver, con pueblos que se desangran reclamando atención a sus demandas, con nuestros recursos naturales y empresas estatales estratégicas que se venden al mejor postor? ¿Con pueblos carentes de los servicios básicos y sin calidad de vida? ¿Con la prestación deficiente y no gratuita de los esenciales servicios de educación y salud, con la insoportable carencia de industrias y el abandono de nuestro agro y ganadería? ¿Con un Poder Judicial y un Congreso con baja aprobación ciudadana, con un Estado que urge reformar para hacerlo más eficiente y provechoso?
Una gris realidad socio económica que urge cambiar para bien de las mayorías nacionales con medidas efectivas, con un plan de gobierno que se ajuste a las necesidades del país y con un equipo de técnicos de indiscutible solvencia profesional y moral, sin antecedentes de corrupción, fascismo o ineficiencia que lo haga posible y liderados por alguien que nos inspire confianza por su capacidad y honestidad. Requerimos elegir un gobernante que tome como lema que: “Primero es el Perú y luego el extranjero”, que promueva las inversiones, pero de acuerdo los intereses nacionales y con preferencia a los inversionistas nacionales. Requerimos una Patria pujante y desarrollada, sin tutelajes extranjeros de ninguna índole, sin servilismos, ni dictaduras. Una Patria libre y democrática, justa y digna, como lo quiso nuestro Prócer de la Independencia, Tercer Libertador del Perú y América, Dr. José Faustino Sánchez Carrión. El Perú requiere con urgencia un cambio de rumbo. Si amamos de veras a nuestra patria este 5 de Junio elijamos a quien consideramos hará posible este cambio.