" AÑO DEL BICENTENARIO, DE LA CONSOLIDACIÓN DE NUESTRA INDEPENDENCIA, Y DE LA CONMEMORACIÓN DE LAS HEROICAS BATALLAS DE JUNÍN Y AYACUCHO "

viernes, 7 de septiembre de 2012

La quinta rueda del coche

Atentado contra muros incas

Por: Luis Peña Rebaza

Lic. En educacion
luisprebaza1@hotmail.com

Hace cerca de siete siglos atrás, el gran humanista Dante Alighieri escribió en la “Divina Comedia”, que “los lugares más recónditos oscuros y profundos del infierno están reservados para aquellos que en épocas de crisis se mantienen neutrales”.

Esta meditación, surge a propósito de cómo en el Perú se encuentra actualmente la educación, en la evaluación del año 2009 quedamos en el puesto 62 de 65 países, el martes 21 de agosto se acaba de tomar una nueva prueba de la que esperamos resultados mucho menos dramáticos y vergonzosos. Y en especial, motivo de este articulo, es el tratamiento a la cultura y a las instituciones dedicadas a la difícil e incomprendida labor cultural.

Es imposible negar una larga serie de problemas de carácter socioeconómico que agobian a sectores importantes de la población, carencias en infraestructura básica, precisamente en educación, en salud, en vivienda, en transporte etc., pero también es necesario y urgente decirlo, en particular para que lo escuchen quienes tienen momentáneamente en sus manos los mecanismos de gobierno, que no solo de pan vive el hombre, sino de alimentar y hacer crecer su mente y espíritu.

La cultura es inherente al ser humano. Desde los inicios del largo proceso de civilización, cuando en las oscuras cuevas de Altamira, de Lascaux o más cerca en Toquepala, un incipiente artista comenzó a plasmar sus vivencias, sus anhelos y sueños en un muro de piedra o al compás de las palmas hizo brotar los primeros sonidos onomatopéyicos para tratar de volver menos pesados y más soportables y llevaderos sus ásperos avatares de sobreviviente.

Desde entonces mucha agua corrió bajo el puente.

Fatalmente muchos gobiernos y gobernantes imbuidos de mediocridad y miopía política, insisten tercamente en considerar a la cultura como la quinta rueda del coche, destinando presupuestos ínfimos a las instituciones encargadas de esa labor, y que en muchos casos apenas alcanzan para pagar planillas administrativas y viáticos, por ello de manera magistral e irónica, el insigne maestro don Manuel Gonzáles Prada, dijo que la historia de muchos gobiernos en el Perú cabe en tres palabras: Imbecilidad en acción.

¿Podremos esperar que algún día se despeje e ilumine el cerebro de nuestros gobernantes nacionales, regionales y locales?, y así presten mayor atención al tema cultural, en el que además, es justo decirlo, compete una abnegada tarea de compromiso al mayor número de personas e instituciones, pues en esta contemporánea y salvadora cruzada, nadie puede ni debe sentirse al margen, mirar como un ermitaño desde la vereda de enfrente, desde la orilla neutral, aquella del conformismo, la pasividad e indiferencia que tanto daño le hace al país y camino tan tortuoso y pésimo ejemplo deja a las nuevas generaciones.

Evoquemos la memorable frase del sublime Dante, pero no como simple retórica o demagogia sino como un urgente llamado a la acción y a poner alma, vida y corazón en el loable intento. Hagámoslo por el grandioso legado histórico y cultural que nos precede, por nosotros y por quienes más temprano que tarde nos sucederán. Estoy seguro que ellos bien merecen un futuro mejor.