domingo, 10 de junio de 2012

LECCIÓN DE GARCÍA

Por: Mirko Lauer

Alan García en el Congreso que pretende juzgarlo ha dado una lección de política práctica: es indispensable respetar al Presidente de la República. Este llamado alude a Ollanta Humala, pero repercute en el propio García, y también en Alejandro Toledo: no hagamos escarnio de quien gobierna o ha gobernado constitucionalmente.

Es obvio que el comentario de García apunta sobre todo al soliviantado que propuso un retiro de Humala de la presidencia. Lo que García plantea es una suerte de solidaridad de los presidentes democráticos. Con lo cual invita al humalismo a no caer en la inquina de sus perseguidores de estos últimos 20 años.

Llamar al respeto de la institución presidencial en este momento es un llamado de atención al deslenguado Gregorio Santos, y un recordaris de que el Presidente de la República encarna a la nación que lo ha elegido. En consecuencia su mandato no puede ser cuestionado, y mucho menos por funcionarios menores.

Con esto de paso García responde a los congresistas que quieren empapelarlo sin argumentos y sin documentos, en una nueva versión de quienes intentaron condenarlo en los años 90, y terminaron con las manos vacías. Las falsas acusaciones contra García fueron la puerta de sus candidaturas del 2001, fallida, y el 2006, exitosa.

A juzgar por los trabajos de la llamada megacomisión, García no tiene nada que temer. Pero sí mucho que ganar. Las sesiones son sobre todo una puesta en vitrina de sus obras, una oportunidad de ubicarse políticamente y una vitrina del tipo de mensajes positivos que el público está esperando. Si los congresistas esperaban un cadalso, están muy equivocados.

Desde hace meses García viene lanzando mensajes de apoyo y encomio a Humala. En esto se ha diferenciado del resto de la oposición dedicada, en la derecha y la izquierda, a criticar la gestión de Humala. Inicialmente parecía una forma de evitar la persecución. Pero ahora el apoyo parece parte de una estrategia más amplia.

García no tiene cómo reemplazar a los congresistas que Humala está perdiendo (aunque sus cuatro curules podrían ser claves en una votación decisiva), ni tiene un Apra movilizable sobre el terreno de los conflictos. Pero su fir-meza podría llegar a ser un ejemplo para el resto de la derecha, hoy dubitativa.

Da la impresión de que el apoyo de García no entusiasma a Humala, y que no veremos una foto de ambos juntos pronto. Sin embargo, como van las cosas esa foto se va a volver interesante en un momento. Pero para eso sería necesario que Toledo y parte de la izquierda depongan su antialanismo recalcitrante.(la república)