Peleado. Argentina superó 1-0 a Uruguay en La Serena y prácticamente está clasificada a los cuartos de final de la Copa América. Sergio Agüero anotó el único tanto del partido.
La Serena.
Era de esos partidos en los que no sobrarían espacios, que se juegan con los dientes apretados y los toperoles afilados. Un clásico con mucha historia, una rivalidad que trasciende lo futbolístico. El río de La Plata los une pero también los diferencia. Argentina aumentó la estadística a su favor con un triunfo necesario ante Uruguay para ratificar su favoritismo aunque aún está lejos de mostrar su mejor versión.
Los ‘charrúas’ decidieron aceptar el papel secundario, agazapados en su cancha y esperando al rival. Como esperando que su presa venga para luego atraparla en su telaraña. En el primer tiempo se apeló a la garra característica para tener un libreto con el que se sienten cómodos. Defender y luego pensar en el arco rival.
Sin embargo, es complicado cuando al frente está el mejor jugador del mundo: Lionel Messi. La ‘Pulga’ aún no llega a tener una actuación descomunal con la albiceleste, como las que tiene acostumbrados a los hinchas del Barcelona pero igual en cada avance mete miedo. Además tiene socios con los que se entiende como Ángel Di María o Sergio Agüero.
El ‘Fideo’ tuvo una chance clara que tapó Fernando Muslera, que también ahogó el grito de gol de Javier Pastore y del ‘Kun’ que desperdició la oportunidad más clara tras centro de Messi. Uruguay asustó solo con un par de centros. Por arriba ganaban todo. Diego Rolán fue el más peligroso porque a Edinson Cavani lo tenían controlado.
La ausencia de Luis Suárez por suspensión y el retiro de la selección de Diego Forlán ha hecho que sus armas no sean las mismas que antes. Por eso, Oscar Washington Tabárez decidió proponer un partido trabado, táctico, un gran tablero de ajedrez. En el complemento todas las artimañas quedaron sin efecto cuando Pastore apareció libre como en el PSG, cedió para Pablo Zabaleta que mandó un centro a media altura para encontrar la cabeza de Agüero. Golazo.
Un gol es suficiente. Después de eso, Argentina no tuvo claridad. Se metió en el mismo laberinto que en el duelo ante Paraguay, donde cayó en el juego rudo hasta consumirse. Uruguay lo fue empujando a su propio arco a los golpes. Hubo un par de conatos de bronca. Mascherano y Messi fueron protagonistas por la pierna fuerte. El primero pegó, la ‘Pulga’ se quejó. Las pulsaciones a mil, la sangre caliente, aunque el que estaba en otro partido era Rolán, que tuvo el empate en sus pies pero pateó desviado después de un rebote de ‘Chiquito’ Romero.
Tabárez decidió mandar a Abel Hernández al campo y le cambió la cara a Uruguay. Uno nunca se puede confiar con los celestes de rivales. La garra no se desvanece. La casta no se compra, nacen con ella. Cavani se sintió más acompañado y con el correr de los minutos se volvieron más peligrosos. Martino no encontraba la fórmula para sacarse la presión.
Entró Banega y Tévez pero todo parecía un ‘remake’ de hace unos días. Messi tuvo el segundo tanto en su botín pero Muslera rechazó con clase. El reloj también se convertía en su enemigo, el tiempo pasaba muy lento. Sergio Romero salvó en el último minuto a Argentina cuando Abel Hernández mandó un potente tiro que se desvió por su mano salvadora. Sandro Ricci pitó el final y la tensión se acabó.
Tres puntos que le dan tranquilidad a Argentina, uno de los grandes candidatos para quedarse con el título continental pero el favoritismo deberá ratificarlo con buen fútbol. Se ve un equipo corto, con dinámica pero con problemas en defensa. En cambio, la versión del Mundial que estuvo a cargo de Alejandro Sabella era lo contrario. Defendían bien pero tenían problemas para llegar al gol.
Los cuatro puntos que han sumado prácticamente confirman su clasificación a la siguiente ronda, ya que cierran el sábado ante la débil Jamaica. En el otro partido, Uruguay tendrá que vencer a la sorprendente Paraguay para mantenerse con vida en el torneo. Un cuadro ‘charrúa’ que está en renovación, con algunos jugadores jóvenes y otros que se juegan los descuentos con la camiseta de la selección. Queda solo un partido en el Grupo B, que ha sido más parejo de lo esperado. Este clásico ha confirmado que en Sudamérica es difícil sacarse ventaja. Aunque tengas a Messi en tu equipo.(la república)