jueves, 13 de febrero de 2014

Sánchez Carrión: 227 años.


Por: Dionicio Mantilla León 

Este año en que el pueblo peruano se apresta a ejercer su derecho a renovar los honrosos cargos de gobernantes de la Patria valoramos en su verdadera dimensión el sentido de aquellos dones de la civilización: el de vivir en Libertad y Democracia. Dones en vigencia que nos hacen recordar a uno de sus más brillantes pioneros: El Prócer de la Independencia, el Dr. José Faustino Sánchez Carrión, pues, fueron la libertad y la Democracia formales dos de sus obras referentes al ser el egregio Tribuno huamachuquino el redactor principal y sustentador de la primera Constitución Política del Perú aprobado por el Primer congreso Constituyente en 1823 magno documento que fue la partida de nacimiento de dichos valores humanos y de la República Peruana.

Más estas no fueron sus únicas obras trascendentes allí están como palmarias pruebas el logro de la verdadera independencia del país al haber contribuido de manera decisiva al triunfo patriota en Junín y Ayacucho acontecimiento que pudo hacerse realidad gracias al descomunal esfuerzo realizado por él y su pueblo huamachuquino en su propio lar al desprenderse de lo mejor de su riqueza material y humana para forjar el Ejército Libertador convirtiendo a la ciudad de Huamachuco en su cuartel General.

Tenaz enemigo de la monarquía como sistema de gobierno planteó y defendió enérgicamente como alternativa saludable a la República convirtiéndose en su principal ideólogo y por, ende, en su fundador. Allí está también su lúcida y fructífera labor como Ministro de Simón Bolívar, esto es, como estadista y constructor del edificio de la Nueva Patria organizando al país como República dando forma a los tres Poderes del Estado, organizando y fortaleciendo la administración pública creando las primeras instituciones estatales, prefecturas, universidades, hospitales, Cortes Superiores de Justicia, La Corte Suprema de Justicia, las Escuelas Normales en Lima y todas las ciudades capitales departamentales, escuelas ,caminos entre otras obras.

Una acción gubernativa exenta del cáncer de la corrupción e imbuida de un acendrado amor patriótico y dotado del liderazgo que las circunstancias históricas así lo ameritaban para encontrar el rumbo que el destino le tenía deparado. Sin embargo, su obra trascendió las fronteras nacionales pues como todo ser extraordinario se convirtió en el milenario y gigantesco cóndor que oteando el horizonte quiso abrigar con sus alas protectoras toda la América libre desde el Río Grande, en Norteamérica, hasta el Cabo de Hornos en Su América planteando junto con Bolívar la integración Latinoamericana como un sólido boque geoeconómico y político de países ante futuras amenazas de un nuevo sojuzgamiento. Para ello convocaron al Congreso Anfictiónico a realizarse en Panamá o “Augusto Acto de América”, un 7 de diciembre de 1824. El 10 de febrero de 1825 en ocasión de concluir su labor como primer gobernante del Perú leyó su memoria ante el Congreso Constituyente. Al finalizar, con la humildad y modestia proverbiales de toda su vida, declaró:” No he tenido otro mérito que el de haber servido a mi Patria de buena fe y de ser la mano derecha del genio que ha mandado la República””.

Sánchez Carrión, nació un 13 de febrero de 1787 y murió, un 2 de junio de 1825. Son, pues, 227 años de haber emergido a la luz de la vida, allá en las heladas estribaciones de la agreste cordillera liberteña, en Huamachuco, en donde los cóndores se enseñorean como reyes alados oteando el bellísimo horizonte azul y parte de la vastedad de un ubérrimo territorio peruano cuyo pueblo durante 300 años fuera sojuzgado por los hispanos y que, él, coadyuvara a su liberación abriendo de par en par el infinito y, con su ínclita obra, las puertas de la nueva aurora de la Patria. Hoy, al recordarse el 227 aniversario de su natalicio, la peruanidad entera se pone de pie para saludar reverente a este epónimo personaje y para exteriorizar nuestra gratitud por el legado de libertad y dignidad que deja a nuestra amada Patria.