
Los cadáveres de la fallecida en el accidente del choque del minivan de la empresa Cruz de Reyes en Quesquenda (Santiago de Chuco) Cipriana Eva Ibañez Avalos (73) y del joven de 19 años Miky Rodríguez Castillo quien muriera en La Perdíz en Huamachuco al despistarse la moto lineal que conducía, fueron enterrados por sus familiares en medio de llanto y dolor.
El cadáver de la mujer fue trasladado de la morgue de Quiruvilca hacia Cajabamba donde fue sepultada y tenía un puesto de venta en el mercado de abastos en Huamachuco. El hijo de la fallecida Jorge Avalos, presidente de Apafa del colegio San Nicolás, contó que él mismo por la urgencia de llegar a Trujillo embarcó a su madre en esta empresa ubicada en el puente grande. Responsabilizó al conductor del vehículo Jorge Benites Avila por manejar a excesiva velocidad que al adelantar a una combi que iba delante se encontró de frente con el camión que venía en sentido contrario.
El otro cadáver del joven fue enterrado en su comunidad, manifestando sus familiares que si es cierto que manejaba en estado etílico luego de consumir licor con sus amigos en uno de sus días libres dados por la empresa minera La Arena donde trabajaba.(Beto Mendoza)