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lunes, 9 de julio de 2012

HENRY REBAZA EN SU HORA MÁS CRÍTICA


Muertes de dos menores y formas de contagio de infecciones no han sido aún esclarecidas

Una verdad a medias es una mentira. En ese sentido, Henry Rebaza Iparraguirre miente al haber expresado ‘a medias’, la situación sobre las infecciones intrahospitalarias en el nosocomio del Belén.

El argumento que expuso el titular de la cartera sanitaria de la región de forma evasiva —luego de que La Industria revelara, el último jueves, el verdadero número de menores contagiados, así como el cumplimiento tardío de las recomendaciones sanitarias para evitar un brote de infecciones en el Belén— es vergonzoso e injustificable.

El informe sobre el incremento de casos de Infecciones Intrahospitalarias del Departamento de Neonatología del Belén, elaborado con datos actualizados hasta el mes de junio, pone en evidencia que las autoridades médicas del citado nosocomio y la gerencia regional del sector, prefirieron ocultar información desde que se registraron los dos primeros casos de infecciones, el pasado 2 de junio.

Lamentablemente, en medio de ese extremado hermetismo del personal médico, ocurrieron las muertes de dos recién nacidos en situaciones que nuevamente tendrán que ser aclaradas por el titular regional de Salud.

Sí, Rebaza Iparraguirre tendrá que justificar otra vez las causas de los decesos de los menores, pues hasta antes de que el informe interino del hospital fuera publicado por La Industria, “justificó” el grave estado de salud de los recién nacidos, como causa principal de las sensibles pérdidas.

Además, tendrá que explicar ante el Consejo Regional, autoridades y opinión pública, las razones exactas del masivo contagio de infecciones, pues hasta ahora no se determinó cuáles son las causas del incremento de males en la UCI Neonatal del Belén.

Preguntas sin respuestas

Cabe precisar que, a la fecha, aún hay 11 menores contagiados con bacterias cuyo estado de salud sigue siendo grave (eran 13 los enfermos pero fallecieron dos). Aunque de acuerdo a información proporcionada por el fiscal de Prevención del Delito que investiga el caso, César Chávez Chávez, cuatro de estos menores presentan notorias mejorías gracias a un medicamento importado de Chile que se les viene suministrando desde hace algunos días.

Si cuatro recién nacidos, de los 11, se vienen recuperando con tales medicinas ¿por qué no se les suministró a tiempo el mismo remedio a los niños que perecieron por culpa de las mortales bacterias en UCI Neonatal? ¿Cuántas probabilidades hay de que se les haya salvado la vida con dichos fármacos?

Además, ¿por qué se les suministró de forma tardía los remedios a los otros 11 niños contagiados? ¿Acaso era necesario esperar dos muertes para recién cumplir las recomendaciones sanitarias?

En vez de reprochar la labor periodística en las redes sociales y tildar de “sensacionalismo extremo” y que “traficamos con el dolor humano” lo publicado por nuestro medio, Rebaza Iparraguirre y su personal médico del Belén, deberían esforzarse por esclarecer el preocupante avance de las enfermedades intranosocomiales y no inquietarse por ocupar portadas en los diarios con su “mejor foto”, como él mismo asegura en su cuenta de Facebook (en clara alusión a nuestra portada del pasado martes 3 de julio, en la que, a decir del gerente de Salud, le publicamos su “peor foto”).

Habría que recodarle al doctor Henry Rebaza que la atención hospitalaria de la UCI Neonatal del Belén sigue siendo duramente cuestionada, pues lejos de garantizar la protección y mejorías de los recién nacidos prematuros, se incrementó el riesgo de contagio de mortales gérmenes.

¿Y la ética?

Por otro lado, es criticable —desde el punto de vista ético— que el funcionario mienta públicamente, asegurando que entregó, una semana antes a La Industria, el informe que publicamos en nuestra edición del último jueves 5, en el que se advirtió a tiempo sobre el riesgoso estado de la UCI Neonatal del hospital del Minsa para evitar el masivo contagio de infecciones, el cual no se obedeció en su momento.

Esas declaraciones ambiguas son burdas mentiras que buscan ensuciar y restar mérito a un trabajo de investigación serio. Lo que el gerente de Salud entregó al responsable de esta nota, es una hoja en la que solo se precisa la disminución del índice de letalidad de UCI Neonatal en el mes de junio.

Dicho en otras palabras, lo que Rebaza Iparraguirre quería sustentar es que junio es el mes en el que menos muertes de menores se registraron en lo que va del 2012. Con este superficial fundamento quería ‘minimizar’ el fallecimiento de dos recién nacidos que contrajeron las mortales infecciones.

Lo que es aún más grave, los datos ‘escogidos’ que entregó Rebaza Iparraguirre, forman parte del informe al que accedimos y difundimos el último jueves; es decir, el gerente de Salud sí tenía conocimiento desde el principio de la real cantidad de niños contagiados (a estas alturas ya eran 13), así como las acciones preventivas que tuvieron que ejecutarse con urgencia —y no se hicieron— para evitar nuevos contagios (cierre de UCI Neonatal y la desinfección de los ambientes).

¿Esto lo sabe la comisión especializada del Ministerio de Salud que inspeccionó el Belén para evaluar el aumento de los males intranosocomiales? ¿O también recibieron información seleccionada del hospital entregada por Rebaza?
Según el gerente de Salud, “en buena hora que la comisión del Minsa llegó a Trujillo, pues nos van a premiar por los buenos indicadores de la gestión”, precisó en una de las entrevistas a este diario.
Creemos que las muertes de dos menores no pueden tratarse solo como frías estadísticas referenciales, más aún cuando hay indicios de que ambos decesos pudieron evitarse.

Esperemos, pues, que los resultados del informe del Minsa resuelva de una vez las causas reales de los fallecimientos y determine la responsabilidad de manera imparcial del personal médico y la gerencia regional en el desarrollo de los lamentables sucesos.

Ricardo Urquiaga Iturrizaga | Redacción La Industria