" AÑO DEL BICENTENARIO, DE LA CONSOLIDACIÓN DE NUESTRA INDEPENDENCIA, Y DE LA CONMEMORACIÓN DE LAS HEROICAS BATALLAS DE JUNÍN Y AYACUCHO "

 

domingo, 15 de enero de 2012

CHITA QUE ESTÁS EN LOS CIELOS


La familia Tarzán tomando el sol en el pasillo de su elevada vivienda.

La mona, un mono en realidad, se sube a las ramas pero no "se va por las ramas" ni "se sube al carro como los políticos". Hace travesuras, eso sí, pero colabora en las tareas del servicio doméstico. Un hogar encima de un árbol y con ascensor movido por un elefante. No se aprieta un botón. Se dice "Ankawa" y obedece el gordinflón ascensorista.

Chita friega los platos, enfría los huevos cocidos de avestruz en el agua o huye de los leones que tienen apetito. Parlotea con Tarzán y le avisa cuando salta la alarma. Una vez encontró a una criatura en un avión estrellado en la jungla, y el hombre simio y su dulce compañera Jane se convirtieron en padres del conocido "Boy". La pareja no hace el amor delante de la cámara aunque coquetea a veces.

Nadan, bucean media hora sin salir a la superficie... Y Chita realiza piruetas en la orilla. Un cocodrilo se suele pelear con Tarzán y éste nunca pierde el combate. Chita ovaciona y lo celebra comiéndose un plátano. Esta familia tan mona reside muy lejos de la civilización incivilizada. Tarzán es el rey. Pero no tiene ningún yerno imputado por presunta corrupción. Malversación, falsedad, revocatoria, fraude...

Chita,es una fiel mascota. Más inteligente que muchos primates con corbata o sin ella y nos hace reír. La estrella peluda se retiró del cine, vivió en casa de su actor amigo y posteriormente en un santuario, donde falleció recientemente a los 80 años. Otras versiones bien o mal informadas afirman que falleció en 1938.

Lo cierto es que Chita, mona o mono, siempre vivirá eternamente joven en algunos de los filmes protagonizados por Johnny Weissmuller (Tarzán) y Maurice O'Sullivan (Jane) en aquel glorioso blanco y negro de los cines, especialmente del Cine Teatro Municipal de Huamachuco

Son eternos compañeros su administrador Arístides Iparraguirre Rodríguez, el maquinista "Benshe" quien cortaba y no cortaba y a veces al revés la película y "doña mariasha" en la puerta. Las largas colas tampoco son imborrables.

El grito de Tarzán, Jane, Boy, los negros salvajes, los invasores gringos, los diamantes, la espesa jungla, Tantor y la inolvidable Chita, son parte de nuestra infancia, que seguirá eternamente en nuestras vidas, al igual que el chocolate "Sublime" que nos acompañó en estas películas.
¿Quien no practicó el grito de Tarzán alguna vez?

(Beto Mendoza)