" AÑO DEL BICENTENARIO, DE LA CONSOLIDACIÓN DE NUESTRA INDEPENDENCIA, Y DE LA CONMEMORACIÓN DE LAS HEROICAS BATALLAS DE JUNÍN Y AYACUCHO "

sábado, 17 de septiembre de 2011

UNA COMPAÑÍA DE BOMBEROS EN HUAMACHUCO



Por: Dionicio Mantilla León


Nuevamente la ciudad de Trujillo se vio consternada por la desgracia. Eran las 3 de la madrugada del domingo 11 de este mes cuando el centro comercial Zona Franca ubicada en el centro de la ciudad se vio azotada por un voraz incendio que destruyó una buena parte de sus galerías de venta de ropa y juguetería dejando como saldo más de cien mil dólares de pérdidas económicas. Aunque no hubo desgracias humanas no por ello dejó una negra secuela de angustia y desesperación en los cientos de comerciantes de este centro comercial, así como una gran preocupación en las autoridades y población trujillana por las posibles ocurrencias futuras.
Ocurrencias que tienen que ver con las causales de estos incendios la mayor parte de ellas debido al incumplimiento de las normas de seguridad y medidas precautorias emanadas por el INDECI sobre todo de parte de quienes conducen los grandes establecimientos comerciales y hasta de los centros de abastos:: Hermelinda, Mercado Palermo (Ex Mayorista) y mercados zonales o de barrio.
Sin embargo, en medio de este fatídico acontecimiento citadino aparece, como siempre, el invalorable rol cumplido por las compañías de bomberos las que a pesar de las mil dificultades que tienen que sopesar se convierten en los protagonistas salvadores de funestas eventualidades. Personajes que con su altruista misión disminuyen las elevadas cifras de pérdidas económicas y de vidas humanas.
Huamachuco, como urbe en incesante crecimiento demográfico, no escapa a una eventualidad como la que describimos. Amagos de incendio que incluso pese a las medidas de prevención adoptadas pueden acontecer en cualquier momento, pero no sólo desastres son los incendios, también lo son los accidentes vehiculares, los fenómenos naturales (sismos, inundaciones, deslizamientos de terrenos, huaycos) acontecimientos trágicos estos últimos que son imprevisibles y con saldos de cuantía pavorosa. Hechos que se convierten en tarea solidaria de personajes de la talla de un bombero voluntario.
Una tarea que sin embargo no es comprendida a cabalidad aún por la sociedad particularmente por las autoridades y los empresarios privados que mezquinan su aporte económico con el cual solventar la adquisición de los implementos que son inherentes a su sacrificada labor la que se orienta no sólo al amago de incendios, sino a acciones de rescate, primeros auxilios, entre otros. Desarrollo de acciones que requieren de un apoyo incondicional toda vez que la labor desempeñada por los bomberos es ad honorem, esto es, brindado de manera voluntaria y gratuita.
Hace unos 4 meses, ante la inquietud surgida para crear una compañía de Bomberos en Huamachuco, tuvimos la oportunidad de acompañar al Alcalde huamachuquino, Luis Rebaza Chávez y al Consejero regional, Carlos Sandoval, a una entrevista con el Comandante Regional de las Compañías de Bomberos de La Libertad, Octavio Rodríguez Burméster, el mismo que ofreciera su total apoyo a este proyecto informando acerca de los requerimientos para hacerlo efectivo, entre ellos contar con la donación de un terreno y el respectivo local el cual debe estar ubicado en el centro de la ciudad. Convenio el cual debería ser suscrito entre su entidad y la Municipalidad huamachuquina según el cual su institución brindaría la capacitación pertinente a los futuros bomberos que necesariamente deben brindar su servicio de manera voluntaria.
Dejando constancia, asimismo, que el Estado estaba en disposición de brindar su apoyo lo cual implicaría también añadir el apoyo de las empresas privadas, las que como conocemos son las que más se ven afectadas en su economía por algún desastre.
Por todo ello, se hace muy necesaria la creación de una Compañía de Bomberos en Huamachuco de tal suerte que a través de este medio hacemos recordar al Concejo Provincial de Sánchez Carrión en su conjunto y que encabeza Luis Rebaza Chávez la urgencia que tiene su concreción. No olvidemos que más vale prevenir que lamentar y que las desgracias, muchas veces, son impredecibles.