
Protagonismo. Aldo Panfichi advierte que el ex mandatario quiere recuperar el liderazgo del partido. Santiago Pedraglio afirma que busca tener la atención que siempre tuvo.
María Elena Castillo.
La estrategia que en las últimas semanas ha adoptado el ex presidente Alberto Fujimori, condenado a 25 años de prisión por violaciones a derechos humanos y corrupción, mostrándose como una persona enferma y ofreciendo entrevistas no autorizadas desde el penal, busca recuperar el protagonismo que tuvo antes de que su hija, Keiko Fujimori, lidere el partido Fuerza Popular.
El analista político Aldo Panfichi explicó que las acciones del ex mandatario demuestran que la dirección política del grupo fujimorista está dividida. Precisó que tras la detención de Alberto Fujimori en Chile, su extradición y condena, su caudillismo se vio debilitado y, más bien, creció el sector reformista, impulsado por Keiko con miras a las elecciones del 2011.
“Fujimori estuvo detrás del escenario, subordinado a las decisiones que tomaban los que representaban el nuevo fujimorismo menos duro. Su paciencia se acaba cuando el presidente Ollanta Humala le niega el indulto, lo que considera como una derrota política del sector reformista”, señaló Panfichi.
El analista remarcó que a partir de entonces empieza a reactivarse el sector tradicional del fujimorismo, que había permanecido “dormido” y que comienza a cuestionar el liderazgo de Keiko.
Nuevo periodo
Panfichi recalcó que a partir de entonces empieza a reactivarse el sector tradicional del fujimorismo, que había permanecido “dormido, y cuestiona el liderazgo de Keiko.
Dijo que por ello han tomado más fuerza los seguidores del padre, como Martha Chávez, y cambió de abogado por uno más cercano al montesinismo, como William Castillo.
“Alberto Fujimori ha decidido tomar en sus manos su estrategia legal y busca tomar el control del partido, con el apoyo de su hijo Kenji y quitando fuerza a su hija Keiko. Ha decidido tener una estrategia de confrontación. Está en campaña. Sin embargo, así el furimorismo se está disparando a los pies”, advirtió.
Panfichi refirió que esta estrategia solo ahuyentará al sector más moderado que casi le hace ganar la elección a Keiko en el 2011, y se quedará solo con el 20% de su núcleo duro, lo que no es suficiente para llegar nuevamente al gobierno.
Se victimiza
Por su parte, el analista político Santiago Pedraglio manifestó que las acciones del ex mandatario muestran que su principal objetivo inmediato es salir de la prisión.
“Parte de su estrategia, de mostrarse como una persona enferma en las audiencias del proceso judicial, busca forzar que el gobierno le cambie su situación por una detención domiciliaria (actualmente en apelación). Está ejerciendo presión política para que se revalúe la decisión de negársela”, expresó.
Comentó que Fujimori quiere recuperar protagonismo, y por ello tiene una presencia más activa a través de cartas, el Twitter, así como las recientes entrevistas que concedió al diario Correo y a RPP.
“Tiene la necesidad de ser nuevamente protagonista y de esa manera afianzar la simpatía que un sector de la población le sigue teniendo”, indicó el analista.
Pedraglio sostuvo que sin embargo, ello afectará políticamente la carrera de su hija.
“La actuación que ha tenido va en contra de los objetivos de Keiko, quien trabajan para tener un tipo de candidatura diferente, para mostrar un nuevo fujimorismo. Va en contra de la imagen que ella ha proyectado en los últimos años y que no se ajusta a los propósitos del fujimorismo tradicional”, anotó.
Arbizu: Fujimori agrede a deudos de las víctimas
Como una "agresión adicional" a los deudos de las víctimas de violaciones de derechos humanos calificó el procurador anticorrupción, Julio Arbizu, las declaraciones del ex presidente Alberto Fujimori, calificando de "infundios" y negando responsabilidad en los crímenes de Barrios Altos y La Cantuta, por los que fue condenado.
"Una persona que ha sido condenada por la justicia por una sala rigurosa y respetando el debido proceso, al proclamarse inocente revictimiza a las víctimas" señaló.
Arbizu manifestó que "el discurso de quien ha sido condenado por la justicia, que reclama ahora inocencia, es una agresión adicional a las víctimas” (la república)