martes, 2 de agosto de 2016

La Parada del Gallardete en Huamachuco rumbo al Récord Guinness

Fuente: Exitosa Noticias

“Vamos republicanos echen to’ su juerza” “to’ su juerza”, unos a otros los sudorosos campesinos, pertenecientes tanto a las huarangas de la parte alta como la parte baja, hurinjaya y hananjaya, se dan valor y con expresiones y gritos de ánimo, aquella soleada tarde del 29 de julio de cada año, se disponen a levantar aquel imponente madero, de un longitud promedio entre los cuarenta y cuarentaicinco metros, con un peso aproximado de diez o más toneladas, y provistos de tijeras y largas sogas, se aprestan a elevarlo por todo lo alto como signo de inicio a la Fiesta Patronal, en honor a la Santísima Virgen de la Alta Gracia, Patrona de la Muy Ilustre y Fiel Ciudad de Huamachuco.

Levantar un madero de tales magnitudes solamente con la fuerza humana es un apoteósico espectáculo, único en el mundo, digno del record de Guinnes, motivo por el cual cada año atrae a miles de visitantes, tanto turistas nacionales como extranjeros, quienes aprovechan los feriados de fiestas patrias y viajan hasta Huamachuco para ser testigos de este inusual acontecimiento, que por desconocimiento muchos relacionan con dichas festividades debido quizá a la cercanía con el aniversario de la independencia, algo que contradicen las evidencias históricas.

Hace más de 400 años, los sacerdotes agustinos, los primeros misioneros en llegar a Huamachuco describen la ceremonia de entonces como una de las formas de adorar a la deidad Ataguju.

Es Juan de San Pedro quien insiste que la ceremonia tiene lugar en un contexto arquitectónico específico, al que él denomina “corrales”. Dicha descripción corresponde a un tipo de construcción, el galpón nichado, componente de los registros arqueológicos de la zona, los cuales tienen hasta 60 m de longitud y19 m de ancho.

Aunque estas construcciones originalmente contaban con techos, en la época en que Juan de San Pedro las describe muchas debían encontrarse en un estado semi-ruinoso y, al carecer de techos, podían aparentar ser corrales. Un impresionante rito ancestral que significa también el acto de fertilización de la tierra, el madero adquiere las connotaciones de un falo que penetra en la tierra y la germina para que dé nuevos frutos.

Naturalmente, con el paso de los años y producto del largo proceso de sincretismo religioso y cultural este antiguo ritual pagano, que resistió los embates de la extirpación de idolatrías, es hoy una muestra de la fe cristiana que los republicanos y el pueblo en su conjunto rinde a la patrona del pueblo.

 Por: Luis Peña Rebaza