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sábado, 29 de agosto de 2015

El 95% de mototaxistas paga cupos al hampa a cambio de “seguridad”

GOLPE. Son unos 3,325 choferes los obligados por las bandas a desembolsar fuertes sumas de dinero en el distrito de La Esperanza (Trujillo). Dirigente Jesús Azañero asegura que delincuencia gana terreno y no descarta paro de transportistas.
AMENAZA. Aunque hay un minúsculo grupo que se niega a hacerlo, la mayoría de hombres del volante se ven obligados a pagar un sol diario a los hampones para poder trabajar tranquilos.
Randy Cardozo
Trujillo

Aquel que se abre paso como chofer de mototaxi para cubrir la canasta familiar sabe que tarde o temprano verá las caras de la mafia, aquella que lo presionará para obligarlo a desembolsar parte de las monedas ganadas con el sudor de su frente, a cambio de no atentar contra su vida o robarle su herramienta de trabajo.

Muchos transportistas creen que la Policía Nacional nada o poco puede hacer; y se sienten agobiados por la frustración que termina por conducirlos a rendirse ante las amenazas de las organizaciones criminales y a pagarles fuertes sumas de dinero.

Esta difícil realidad la viven en carne propia los choferes de La Esperanza, uno de los distritos más convulsionados en Trujillo.

De los 3,500 mototaxistas formales agrupados en 27 instituciones, entre empresas y asociaciones, el 95 por ciento, es decir 3,325, paga a los delincuentes el “encarguito”, que es un sol diario por vehículo, a cambio de “seguridad” (“chalequeo”). Lo que hace que en un año los hampones puedan amasar una fortuna de un millón 197 mil soles.

Y si hay algún chofer osado que se niega a pagar a la banda, hay muchas posibilidades de que su vehículo sea robado. Solo entonces la víctima está obligada a negociar para tener de vuelta su unidad, y para ello deberá cancelar hasta 2 mil soles. En el peor de los casos puede sufrir atentados contra su vida o la de su familia.

El 5 por ciento restante de mototaxistas no paga a las mafias porque buscaron sus propios medios de protección para no darles el gusto.

Una víctima de 60 años de edad y 18 años como mototaxista dio su testimonio a periodistas de La República. “Sí me han extorsionado, las amenazas salían desde el penal. La inseguridad se está expandiendo y debe haber leyes más drásticas”, dijo bajo anonimato.

A él los delincuentes le pedían hasta 10 mil soles para dejarlo trabajar tranquilo, y tuvo la valentía de no darles ni un sol.

Pese a que la Fiscalía y la Policía Nacional desbarataron 13 organizaciones criminales en La Libertad desde el 2014, como “La Jauría”, “Los Malditos de El Triunfo”, “Los Pulpos”, “Los Plataneros”, etc., aún quedarían remanentes.

HAMPA AVANZA

Esta adversa realidad, que cada vez toma más fuerza, hizo que el presidente de la Federación de Transportistas de Vehículos Menores del distrito de La Esperanza, Jesús Azañero López, protestara y exigiera un freno al avance de la delincuencia.

El dirigente recordó que hace años esta situación era incontrolable porque la pérdida de mototaxis era el pan de cada día, hoy ha disminuido la cifra porque se paga el ‘chaleco’, pero él sabe que esto de ninguna manera es motivo de celebración.

Azañero no le tiene mucha confianza a la Policía porque “es muy lenta y si uno denuncia, piden un montón de cosas”. También lamenta que los congresistas liberteños brillen por su ausencia ante este monstruo de la extorsión.

Esto le ha llevado a la conclusión de que para las autoridades, el sector mototaxista es la última rueda del coche.

Pese a ello, él y sus agremiados están decididos a luchar contra viento y marea. Anunció que está coordinando con sus colegas de la Central Regional de Transporte Urbano de La Libertad (Certull), que preside Orlando Villanueva Salvatierra, acatar un paro “porque la delincuencia sigue avanzando”.

Pero antes pedirán sostener una reunión con el jefe de la Región Policial de La Libertad, César Gentille Vargas, y de ser posible con el ministro del Interior, José Luis Pérez Guadalupe.

Población debe denunciar

César Gentille estimó que, en diciembre, Trujillo deberá estar pacificado y el índice delincuencial reducido a su mínima expresión.

Señaló que el trabajo coordinado con el Ministerio Público está rindiendo sus frutos y prueba de ello es el desbaratamiento de bandas criminales desde el 2014, cuyos cabecillas han terminado en la cárcel.

“Estamos trabajando de forma conjunta con la Fiscalía, es por eso que estamos obteniendo resultados favorables”, manifestó el alto mando de la región.

También indicó que la labor será más productiva siempre que la ciudadanía pierda el miedo, confíe más en la Policía Nacional y denuncie los delitos.

“Pedimos a la población que no tema y denuncie cualquier acto delincuencial”, sostuvo.(la república)