" AÑO DEL BICENTENARIO, DE LA CONSOLIDACIÓN DE NUESTRA INDEPENDENCIA, Y DE LA CONMEMORACIÓN DE LAS HEROICAS BATALLAS DE JUNÍN Y AYACUCHO "

domingo, 18 de noviembre de 2012

La inseguridad se agudiza


Por: Dionicio Mantilla León 

”Lo mataron de la manera más cruel y despiadada. No hubo respeto por la vida humana. Un joven de 21 años fue secuestrado, torturado y quemado vivo para luego de causarle la muerte abandonar su cadáver en una zona solitaria.” Este relato que pareciera la trama de una película de terror o una escena terrorista a los que nos tienen ya acostumbrados los grupos demenciales senderistas que operan en el VRAE, no lo es así. Ocurrió el 12 de este mes en el distrito de Paiján, Provincia de Ascope, (publicado por el diario La República) y se une a todo un cúmulo de hechos de sangre, terror y muerte que dibuja el mapa de la inseguridad que viene reinando desde hace buen tiempo a lo largo y ancho del país.

Un mapa de la inseguridad que muestra como nuestro amado Perú se va desangrando y en el que se señalan los lugares más críticos en donde la vida y la tranquilidad de los pobladores no valen absolutamente nada, de nada. Rojos puntos en donde reinan las más sanguinarias bandas criminales, en donde se han llegado a constituir empresas de extorsionadores, sicarios y matones que se alquilan para ponerse a la vanguardia de los conflictos sociales en donde quien es más demente y más sanguinario es el mejor considerado dentro del mundo del hampa y, por ende, cobra más. Cada vida por cien soles, ni más ni menos, tal como sucedió durante el desalojo de los comerciantes de la Parada en Lima.

¿Mientras nuestra Patria se va desangrando, cuál es el papel que desempeñan nuestras autoridades y nuestra comunidad para solucionarlo? Cada una echándose la culpa entre ellas o cubriéndose de indiferencia y negligencia. Mientras tanto nuestra niñez y juventud se va llenando de pánico mirando asustadas el porvenir que como posta natural le estará entregando la actual generación de adultos.

Mucho se ha escrito sobre este tema. Muchas propuestas y proyectos se han lanzado, pero hasta ahora nada se ha avanzado y el mundo del lumpen si avanza y se va fortaleciendo cada vez más. Propuestas que coinciden en varias causales y alternativas de solución: El hogar, como depositario de la sociedad, de la formación humana nutrida con las joyas de los valores morales está fracasando en su cometido entregando generaciones delincuenciales; la escuela, cimentando aún más este fracaso; los medios de comunicación endiosando a los delincuentes; la policía, exhibiendo su impotencia para frenarla; el Congreso, elaborando leyes blandas; el Poder Judicial, agarrándose con toda su fuerza del famoso Código Procesal Penal convertida en una auténtica puerta legal y estímulo para la comisión de delitos.

El compromiso para hallar solución al desangramiento del país nos compete a todos. Es tarea de todos. Y es hora de comenzar, partiendo de la familia y el hogar. Urge que los padres de familia tomen conciencia de su rol de sembrar las semillas de los valores morales en sus hijos con la práctica de un buen ejemplo. Urge que los maestros en las escuelas se conviertan en sembradores de sabiduría, pero también en cimentadores del bien. Urge que los medios de comunicación regulen sus noticieros y den un giro de 360 grados, reemplazando la violencia de sus contenidos y temas banales con temas positivos.

El policía debe convertirse realmente en el custodio del orden y no en el generador de la corrupción, debe ser el amigo en quien se puede confiar y no el cómplice del ladrón. Urge que nuestros congresistas elaboren leyes justas y estrictas y que los jueces no supervaloren al Código Procesal Penal buscando más bien otras alternativas de auténtica justicia. No permitamos que el mal triunfe sobre el bien. No permitamos que el país se desangre. La tranquilidad y la paz, nacida de la justicia, debe imponerse y reinar.

Si bien es cierto en la Provincia de Sánchez Carrión la inseguridad no se da en la misma magnitud que en la costa es necesario no bajar la guardia y seguir fortaleciendo las Rondas Campesinas y Rondas Urbanas, así como a las Brigadas del Serenazgo Municipal institución que la gestión anterior dejara con 18 efectivos y que hoy cuenta con más de 60, asimismo continuar apoyando a la PNP local. La delincuencia no debe enseñorearse en nuestra provincia. Tenemos el derecho de vivir con tranquilidad.