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domingo, 31 de mayo de 2015

Familiares y allegados de ex presidente Fujimori cumplirán 15 años prófugos

Escribe: Angel Paéz

Quinceañeros fuera de la ley. Ni bien cayó el régimen fujimorista, Rosa, Juana y Pedro Fujimori huyeron a sabiendas de que cometieron delitos. Son cómplices en la administración y ocultamiento de fondos públicos desviados por disposición de Alberto Fujimori. También aparecen traficantes de armas que financiaron campañas del ex jefe de Estado.

Cuando se esté en plena campaña presidencial, los familiares directos de Keiko Fujimori Higuchi, reclamados por los tribunales por presuntos actos de corrupción, cumplirán 15 años de haber abandonado el país con el expreso propósito de evadir la justicia.

La mayoría de los evadidos de la justicia está íntimamente relacionada con la administración y el ocultamiento de dinero que el ex presidente acopió de fondos públicos, de acuerdo con los expedientes judiciales de los casos.

El veterano de los prófugos es Rosa Fujimori de Aritomi, quien dejó el país el 24 de octubre de 2000, con la finalidad de preparar la fuga de su hermano Alberto. Poco después, el 11 de noviembre, le siguió el rumbo su hermana Juana Fujimori de Kagami.

De un aproximado de 90 prófugos del régimen de Fujimori, alrededor de una veintena son familiares de primer orden y colaboradores del ex presidente (ver cuadro).

Como está acreditado judicialmente, Rosa y Juana administraban las donaciones de ciudadanos, empresarios e instituciones japonesas, fondos que eran canalizados por la organización no gubernamental de la familia Fujimori, Apenkai. Rosa es la que supuestamente prestó a su hermano Alberto 150 mil dólares para costear los estudios de Keiko Fujimori, pero el origen de dicho dinero es incierto. Las autoridades estiman que se trataría de fondos obtenidos de las donaciones japonesas, en el mejor de los casos, porque, como se verá más adelante, Rosa Fujimori recibía “donaciones” de vendedores de armamento.
A las 48 horas de la salida de Rosa Fujimori, se le sumó su esposo, Víctor Aritomi Shinto, el único embajador peruano en Japón durante los tres mandatos de su cuñado, Alberto Fujimori.

Aritomi dejó el país en compañía precisamente del ex jefe del Estado, el 13 de noviembre. El ex embajador es otro de los implicados en la apropiación ilegal de las donaciones japonesas. Pero también tiene mucho que decir sobre el financiamiento de los estudios de Keiko, Hiro, Sachi y Kenji en el extranjero.

Los cheques por 83 mil 687 dólares –dinero de la venta de una propiedad en Surco– que entregó Alberto Fujimori a sus hijos Hiro y Kenji para supuestamente financiar sus carreras, terminaron en la cuenta de Aritomi, en el Banco do Brasil, sucursal de Panamá. Es una clásica modalidad de lavado de activos.

RETRATO DE FAMILIA

Rosa, Juana y Víctor Aritomi afrontan órdenes de captura por el papel que cumplieron en el desvío de las donaciones japonesas que, en lugar de destinarse a los niños pobres peruanos, terminaron en las cuentas privadas de la familia Fujimori, de acuerdo con varias investigaciones congresales, fiscales y judiciales.

Otro de los implicados, Pedro Fujimori Fujimori, se dirigió a Estados Unidos el 25 de febrero de 2004, y nunca más retornó.

Myriam Aritomi Fujimori, hija de Rosa Fujimori y Víctor Aritomi, no mucho después de iniciado el segundo gobierno de su tío Alberto, el 11 de septiembre de 1995. Las autoridades señalan que Myriam Aritomi administraba desde el extranjero las cuentas de sus padres y que ha recibido dinero de origen desconocido en sus propias cuentas.

Es importante señalar que Juana Fujimori, requerida por la justicia, es madre de Rumy y Jenny Kagami Fujimori, propietarias del inmueble en Surco donde reside la candidata Keiko Fujimori, lo que explica por qué evade responder por la situación de prófugos de la justicia de sus familiares directos.

Fuentes de la Procuraduría Anticorrupción Judicial que ninguno de los acusados se ha tomado la molestia de presentar un abogado para responder a las imputaciones, en una evidente demostración de desprecio por las autoridades de su país de origen.

El ocho de noviembre de 2000, como lo hicieron casi todos los Fujimori, Augusto Miyagusuku Miagui, conocido como “El cajero de Fujimori”, también escapó del país, aparentemente a Estados Unidos, aunque se tiene noticias de su presencia en Japón. Ex presidente de la compañía de seguros Popular y Porvenir, íntimo amigo del ex jefe del Estado y de su familia, Miyagusuku está estrechísimamente vinculado con el manejo de fondos ilegales.

NEGOCIOS SECRETOS

Las autoridades descubrieron en los archivos del NBK Bank, agente del Bank of Tokyo en Lima, numerosas cuentas y transferencias de Rosa Fujimori y Víctor Aritomi relacionadas con cuentas de Augusto Miyagusuku. Aritomi y Miyagusuku conocen dónde está oculta la fortuna del ex presidente.

El cuatro de septiembre y el seis de noviembre de 2000, Moshe Rothschild Chassin y Enrique Benavides Morales, respectivamente, escaparon del Perú. Sabían que sin la protección de Alberto Fujimori y de su asesor Vladimiro Montesinos, irían directamente a la cárcel.

Rothschild y Benavides fueron los vendedores de armas favoritos del régimen, y estos, en compensación, financiaban las campañas electorales de Fujimori. Están acusados como organizadores del caso más grave de corrupción del gobierno fujimorista: la compra de aeronaves de guerra MiG-29 y Sukhoi-25, además de un radar y paquete de repuestos y mantenimiento a Bielorrusia, por aproximadamente 410 millones de dólares. El propio Fujimori, en un acto excepcional, reconoció por escrito desde Tokio que en esta operación comercial Montesinos cobró sobornos.

Las autoridades además cuentan con testimonios de que Rothschild y Benavides entregaban a Rosa y Juana Fujimori dinero para financiar las campañas presidenciales del ex mandatario, y también para cubrir gastos de la familia del ex jefe del Estado. Entre los testigos hay un general del Ejército que ha declarado a los tribunales que el ex presidente Alberto Fujimori lo llamaba para que comprara helicópteros a la empresa Mobetek Representaciones.

También cumplirá 15 años de prófugo el ex ministro de Defensa, el general EP (r) Víctor Malca Villanueva, justamente acusado de recibir sobornos de los vendedores de armas. Se fue el 12 de diciembre de 2000, y lo siguieron sus hijos, Milagritos Malca Salaverry, el 16 de diciembre, y Víctor y Liliana Malca Salaverry, el 17 de diciembre. Todos con destino a Estados Unidos. A los hijos de Malca se les atribuye haberse prestado a ocultar en cuentas dinero ilícito obtenido por el ex ministro fujimorista.

Liliana Malca Salaverry estuvo casada con el ex asesor de la bancada fujimorista y ex operador de Montesinos, Óscar López Meneses.

Otro militar, el ex jefe de la Aviación del Ejército, y piloto del helicóptero presidencial, general EP (r) Edmundo Silva Tejada, voló para México el 19 de noviembre de 2000, luego de revelarse su participación en la contratación de una empresa ucraniana para reparar motores de helicópteros Mi-17, que era de propiedad de su familia, y por el alquiler a precio sobrevalorado de dos helicópteros Mi-26T a las Naciones Unidas.

Entre los que se largaron del país aprovechando la confusión que siguió a la renuncia por fax de Alberto Fujimori, aparece el ex jefe del Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE), general EP (r) Enrique Oliveros Pérez, responsable de operaciones contra los políticos de oposición y los periodistas independientes, pero también señalado por su implicación con el Destacamento Especial Colina. Oliveros además intervino en el encubrimiento de los acusados.

El dos de junio, y luego el 20 de octubre de 2000, Jorge y Giancarlo Bresani Terán y Meier, hijos del publicista de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos, Augusto Bresani León, tomaron un avión y se fueron a los Estados Unidos. Nunca volvieron a aparecer.

Durante el juicio a la “prensa chicha”, las autoridades y los testigos señalaron que Jorge y Giancarlo Bresani repartían el dinero que entregaba Montesinos a los propietarios y directores de los periódicos para financiar las campañas de agravio a los opositores y periodistas independientes, así como para apoyar la campaña presidencial de Fujimori. Están acusados de receptación ilegal de dinero, peculado y asociación ilícita.

En un reciente juicio, Fujimori fue condenado por haber aprobado el financiamiento de la “prensa chicha”. Su hija, la candidata Keiko Fujimori Higuchi, rechazó la sentencia, lo que representa un apoyo explícito a sus familiares prófugos de la justicia que muy pronto cumplirán 15 años fuera del país. A menos que les reclame públicamente que retornen para dar la cara.(la república)