Entre los fallecidos se encuentra un menor de 17 años, quien trabajaba dentro de un socavón.
La actividad extractiva de miles de mineros ilegales en la sureña provincia de Cajabamba cobró dos nuevas vidas, luego que las víctimas inhalaran gases tóxicos al interior del socavón.
La tragedia que ha conmocionado a esa ciudad ocurrió en el socavón de la familia “Baca Pereda”, donde perdieron la vida Hernán Franklin Bautista Huingo (22) y Deuner Frank Salirrosas Luis (17), ambos del centro poblado de Chuquibamba.
Los fallecidos laboraban en un socavón ubicado en el sector La Chilca, distrito de Cachachi, Cajabamba, cuyo propietario es Alfonso Baca Pereda.
El suceso ocurrió mientras un grupo protestaba en el puente Chuquibamba contra la minería formal.
Hasta el lugar llegó el representante del Ministerio Público junto con la Policía para levantar los cuerpos de los dos infortunados jóvenes.
La actividad de los mineros ilegales en la provincia cajamarquina de Cajabamba sigue cobrando nuevas víctimas ante la permisividad de las autoridades de la región y de los llamados líderes medioambientalistas.
La minería informal que se desarrolla en Algamarca, en el distrito de Cachachi, es una potencial amenaza para el valle de Condebamba, donde aproximadamente 15 mil agricultores siembran palta fuerte y ají, productos que son acopiados por empresas privadas que cada vez les pagan menos.
Los informales extraen oro desde 2005 en la concesión de 800 hectáreas de una empresa canadiense, sin condiciones mínimas de seguridad ni criterios técnicos ni cuidado del medio ambiente. Estas personas carecen de protección y en varios casos tienen enfermedades respiratorias y dérmicas.
Frente a esta delicada situación, ni el MAS que gobierna la región, menos Tierra y Libertad, se han pronunciado al respecto.(la república)