domingo, 8 de febrero de 2015

SOS a la salud pública


Por: Luis Peña Rebaza

¡Jamás, señor ministro de salud, fue la salud más mortal!

Hace aproximadamente ochenta años, nuestro inmortal César Vallejo, escribió este verso en sus Poemas Humanos. A propósito, hace pocos días, por un tema circunstancial, visité los servicios de emergencia del Hospital Lazarte, ¡qué situación tan patética y humillante!, es encontrar pacientes que son atendidos en los pasadizos, allí en silencio o en voz alta quejándose de su dolores y malestares, algunos apenas consiguen una silla para poder sentarse, otros, afortunados, una camilla en donde acostarse, sin siquiera recibir una manta que les cobije o una almohada en la que se apoyen. Con absoluta seguridad, una situación similar o quizá peor, se observa en los hospitales, Belén y el Regional Docente.

La situación descrita nos permite afirmar que el sistema de salud pública, a todas luces ha colapsado, a esta crisis condujo el caduco enfoque biologista de salud=ausencia de enfermedad, hoy urge abordar con mayor firmeza los determinantes sociales de la salud, es decir, los estilos de vida de la población, y aquí juega un rol fundamental la educación, asimismo, el tema del saneamiento, agua y desagüe, no es posible que en los sectores urbano marginales no exista agua potable y, en provincias enteras de la región se consuma agua no apta, por ello, los altos índices de desnutrición crónica infantil, cercanos al cuarenta por ciento en provincias altoandinas, como Sánchez Carrión y Julcan, y que decir de los niños menores de 5 años que sufren de anemia, más del cincuenta por ciento, solamente por citar dos indicadores críticos.

¿Se realiza adecuadamente una Promoción de la Salud en la región? Lo dudo mucho, cuando esta política debiera ser el eje fundamental para, precisamente, evitar que la población se enferme y, así, a diario se produzca el penoso hacinamiento que observamos en los centros de salud y hospitales. Esta promoción debe ser agresiva en los escenarios, allí donde el poblador vive el día a día: el barrio, la comunidad, el club de madres, la junta vecinal, la ronda campesina etc.

En tal sentido, esperamos acciones firmes y decididas por parte de las nuevas autoridades regionales, de lo contrario, será más de lo mismo y, en consecuencia, el dolor seguirá creciendo… a treinta minutos por segundo, paso a paso.