martes, 13 de enero de 2015

Alan García nos calumnia



Por: César Lévano

Están de moda los publirreportajes disfrazados de entrevistas. Primero fue el complaciente y aburrido diálogo entre el presidente Ollanta Humala y Raúl Vargas, diálogo sin preguntas incómodas o réplicas, y difundido, previa casualidad, por varios canales de televisión. Ayer correspondió el turno a Alan García y la cómoda Mariella Balbi, en El Comercio.

La cháchara del impostor García no nos importaría si no fuera porque nos ataca y calumnia. El fragmento pertinente es este:

“-Usted dijo que Belaunde Lossio era el cajero conyugal.

“-Ellos mismos lo aceptan, que recibía dinero, que fue asesor de las dos campañas y su periódico recibe las jugosas asignaciones publicitarias del gobierno.”

Lo acepta sin chistar una periodista que trabaja, igual que Raúl Vargas, en una televisora que recibe cientos de millones de soles por publicidad gubernamental, mientras un diario como el nuestro apenas logra migajas. Las cifras oficiales lo demuestran. Las cifras no mienten.

El hombre que durante décadas se hizo llamar doctor sin serlo, el que asegura que las gracias presidenciales a los narcos las otorgó en consulta, caso por caso, con Papá Lindo (¿fijó este la tarifa?), el que asegura que la orden para la matanza de El Frontón no la dio él, sino su carnal Agustín Mantilla, ese mismo personaje García profiere contra nosotros dos mentiras en una línea.

Finge creer que Martín Belaunde es propietario del diario que él quiso suprimir más de una vez y contra el cual armó la farsa de un periódico más malo que maní crudo, con un columnista “de izquierda” más crudo todavía.

Más de una vez, a lo largo de años, hemos precisado que Martín, quien fue, en efecto, el organizador de una etapa de LA PRIMERA, se alejó del diario desde el 2009, antes del proceso electoral que llevó al poder a Ollanta Humala (el político tradicional que ahora llama traidores a los que rechazan su traición, la de él). Martín no tiene nada que ver, desde hace años, con este cotidiano, sostenido gracias al esfuerzo y sacrificio de sus trabajadores.

García tiene motivos para detestarnos. Somos el único diario que ha exhibido su patológico afán masacrador así en El Frontón como en Bagua, que ha demostrado su entreguismo antinacional, su instigación y apoyo a los asesinos de dirigentes de construcción civil, su política antilaboral y anticampesina, su prédica para la deforestación de la Amazonía y sus fraudulentos títulos académicos.

Los profesionales del periodismo, aun los que discrepan de nuestra línea editorial, saben de nuestra limpieza ética, de nuestro amor a la verdad y la justicia.(diario uno)