Tráfico de animales. El comercio ilegal de especies se perpetúa con impunidad. Perros, gatos, aves, entre otros se ofrecen en avenida Euguren
Avenida Eguren, cerca al mercado Ex-Mayorista, es el escenario de este
Trujillo. Por crudo que parezca, todo apunta a que el artículo 308 del Código Penal Peruano, referido a delitos contra la ecología, recursos naturales y el medioambiente, es letra muerta en nuestro país y ciudad.
En otras palabras, el escandaloso tráfico de animales reina anárquicamente en Trujillo, sin que nada ni nadie tome cartas en el asunto y haga respetar las leyes.
Y es aunque dicho apartado precisa de manera explícita que quien caza, recolecta, extrae o comercializa especies de flora o fauna legalmente protegidas, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de tres años, esa amenaza solo ha quedado en papel mojado en tinta.(la industria)
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