Mil años atrás, bajo la tutela de dioses de la Luna y el Sol y seres mitológicos, los moches y chimús levantaron el más rico legado histórico de barro que se haya visto en la costa norte del Perú.
Iván Reyna
Conocer las huacas del Sol y la Luna es una experiencia asombrosa y única. Estas Huacas representan la capital de la Cultura Moche. Se ubican a 15 minutos (8 kilómetros) de la ciudad de Trujillo. Esta cultura se desarrolló entre los años 100 y 900 después de Cristo. La Huaca del Sol fue el centro político–administrativo, y la huaca de la Luna el centro ceremonial.
Actualmente, la Huaca de la Luna es visitada por más de 60 mil turistas al año. En el recorrido se puede ver relieves y pinturas murales alusivas al “Dios Degollador” o “Aia-paec”, así como transitar por patios y plazas ceremoniales de 1,500 años de antigüedad. En este sitio se ofrecían sacrificios humanos. Hay evidencias físicas (esqueletos) que fueron encontradas en la Huaca.
La iconografía Moche muestra escenas rituales, de batallas entre guerreros, en donde los vencidos eran conducidos al templo para ser sacrificados y obtener la sangre, símbolo de fertilidad y renovación de su poder. Esta ceremonia del sacrificio no era presenciada por la gente del pueblo, sino que, se trataba de una ceremonia privada entre los sacerdotes quienes gobernaban durante esa época.
El Mundo Chan Chan
Chan Chan es la ciudadela precolombina de barro más grande del planeta. Su nombre proviene del muchil Jang-Jang que significa sol-sol. Se cree que se debe al despiadado sol que soportaba la ciudad. Los arqueólogos estiman que habría albergado a más de 100 mil personas.
Esta ciudadela que data del año 1,100 antes de Cristo, se ubica entre los distritos de Trujillo y Huanchaco (a 10 minutos de Trujillo, 5 kilómetros), tiene un total de 20 kilómetros cuadrados y está formado por 9 ciudadelas o pequeñas ciudades amuralladas, que en su conjunto fue la capital del reino Chimor, organización estatal de la cultura Chimú.
Los turistas que llegan a Chan Chan, visitan principalmente el Palacio Tschudi, que se considera la ciudadela más grande dentro de este lugar, y que muestra en sus grabados la gran importancia y el culto que se le rendía al agua en esa época. Se ven plazas, viviendas, depósitos, talleres, calles, murallas y templos piramidales. Los muros presentan relieves de figuras geométricas, zoomorfas y seres mitológicos. El recorrido se complementa con la visita al Museo de Sitio.
Chan Chan fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1986 y se incluyó en la Lista del Patrimonio de la Humanidad en Peligro, debido a la amenaza que representa la erosión causada por el fenómeno natural de El Niño. Aún así, es el destino que todo viajero admira.(la república)