Piden que la Policía Nacional identifique y capture a los autores del atentado al conocido grupo santiaguino.
Foto: Cortesía
Sánchez Carrión.- La insania delincuencial no tiene límites. Sólo la imagen del Apóstol Santiago y una guitarra lograron recuperar de en medio de las cenizas y los fierros humeantes del vehículo que trasladaba a los músicos del conocido grupo folclórico Los Waychukos del Perú, quienes sufrieron un atentado cuando retornaban de una presentación en el interior de la sierra liberteña.
Los 14 músicos aún están sorprendidos, porque la estampa del patrón de Santiago de Chuco que siempre los acompaña en sus giras por el Perú quedó intacta, luego que las llamas envolvieran la combi en la que viajaban. “Esto intensifica nuestra fe en la milagrosa imagen y nos impulsa a seguir adelante. La maldición y la desgracia nos persigue, pero no podrá alcanzarnos”, expresó indignado, pero fortalecido en su fe el director del grupo Rosario Martín Trujillo Iraita.
Después de tres horas intensas de hacer bailar a una multitud de pobladores del caserío Cochorcos, en el distrito del mismo nombre, en la provincia de Sánchez Carrión, a cuatro horas de Huamachuco, los músicos partieron del lugar con dirección a Cajabamba, donde tenían una nueva presentación.
El director del grupo dice que todo iba bien. Cruzaron sin novedad por la capital del distrito de Chugay y cuando descendían a Yanasara ocurrió lo inesperado. El vehículo ingresó a una curva conocida como ‘La Gringa a las 8:40 de la noche y se percataron que había un camión estacionado. Como interrumpía el paso obligó a la combi a detenerse, de pronto apareció un grupo de delincuentes quienes amenazaron con sus armas y obligaron a descender a los músicos y al chofer. “Al suelo todos”, fue la orden impartida por el cabecilla de la banda de asaltantes, mientras se paseaban rastrillando sus armas. Nadie se resistió y todos los músicos acataron la medida. Enseguida los hampones procedieron a arrebatarles sus pertenencias de valor y el dinero que les pagaron por la presentación.
Una llamada telefónica
El jefe de la banda criminal de inmediato se comunicó con una persona, a quien le dio el número de placa del vehículo y el nombre de la empresa (Señorial). Al parecer el interlocutor hizo un chequeo en alguna relación de placas y empresas y no se encontraba la combi que movilizaba al grupo folclórico.
De pronto se escuchó –cuenta Rosario Trujillo – la orden de incendiar la combi. “Cuando escuche que iban a quemar el vehículo les pedí que por favor nos permitieran sacar nuestros instrumentos para que luego quemen el carro, pero se negaron. De inmediato le rociaron con gasolina y le prendieron fuego. Una vez que las llamas consumían todo, los delincuentes partieron, pero antes, dijeron que el atentado fue a pedido de un grupo musical de nuestra competencia”, manifiesta entre indignado y preocupado el director del grupo.(la industria)