" AÑO DEL BICENTENARIO, DE LA CONSOLIDACIÓN DE NUESTRA INDEPENDENCIA, Y DE LA CONMEMORACIÓN DE LAS HEROICAS BATALLAS DE JUNÍN Y AYACUCHO "

 

sábado, 6 de julio de 2013

Su majestad: el maestro


Por: Dionicio Mantilla León 

Es 6 de julio y las campanas de las escuelas comienzan a tañir con mayor fuerza y alegría, mientras, en los jardines escolares las flores se colocan sus mejores trajes y, en las aulas, los niños y los jóvenes dibujan en sus rostros sus más hermosas y tiernas sonrisas de gratitud. Y es que hoy la Patria celebra un día muy especial. Sí, ha llegado el día de rendir homenaje al maestro. A su majestad el Maestro.

¿Quién en el transcurrir de su vida no ha poseído alguna vez algo muy preciado considerándolo como una joya o un tesoro digno de nuestra admiración? ¿Una joya o tesoro del que no quisiéramos desprendernos, vender o regalar? ¿Quién, en un incomparable acto de generosidad y altruismo, puede ser capaz de entregar su tesoro a los demás? ¿Quién, en suma, puede convertirse en émulo del gran Maestro de Maestros, Jesús, nuestro amado Salvador? ¿El Hijo de Dios que fue capaz de compartir con amor la sabiduría de su doctrina?
Es entonces que nuestra mente y corazón responden al unísono: Sí, existe en el mundo y en la patria peruana un personaje, hombre o mujer que, nutridos de generosidad y vocación, entregan parte de su vida a formar con tesón a aquel contingente de ciudadanos del futuro que la patria necesita para continuar su incesante devenir. Sí, es: SU MAJESTAD EL MAESTRO. Un ser que imbuido de amor comparte solidariamente con sus segundos hijos su refulgente tesoro: La sabiduría de sus conocimientos.

Es el maestro, el trabajador de la Educación. Aquel personaje, que como Cristo, es valorado en grado sumo y menos preciado a la vez. Es el Maestro, que como Jesús, deja los privilegios de la ciudad para adentrarse en las entrañas del Perú Profundo para rescatar de la ignorancia a los desposeídos de la Patria entregándoles la luz de los valores humanos.

Es el Maestro, que pintando cada día va, de blanco su tersa cabellera llevando de la mano a sus discípulos por los senderos del bien sorteando con coraje los mil obstáculos que coloca el destino. Es el maestro, que tras las heladas cumbres de los andes, la enmarañada selva y los atosigantes arenales de la costa, va sembrando la semilla de la ilusión y la esperanza en el fertil corazón y mente de sus discípulos como hace 2 mil años lo hiciera Jesús.

Arribamos al 6 de julio y nuestra memoria se refresca con los pasajes de la historia recordando que fue el Presidente Manuel Apolinario Odría quien instituyera, un 6 de julio de 1953, el Día del Maestro, en recuerdo de la creación, por el General José de San Martín, de la primera Escuela Normal realizada un 6 de julio de 1822. Arribamos al 6 de julio y nuestro corazón palpita de gratitud por la huella que dejaron probos maestros como José Faustino Sánchez Carrión, José Carlos Mariátegui, José María Arguedas, Julio Chiroboga Vera, José Antonio Encinas, Horacio Cevallos, Ricardo Dolorier, Emilio Barrantes, Augusto Salazar Bondy, entre otros.

Arribamos al 6 de julio y frente al triste panorama del deplorable estado de la insfraestructura escolar en otros lugares del país, observamos alegres como en Huamachuco se van erigiendo, por la gestión edil actual, 54 modernos locales escolares con paquetes educativos integrales. Obras que solucionarán el grave problema de la carencia insfraestructural, mas el motor educativo no se hechará a andar en ningún pueblo si es que no contamos con un profesor imbuido de mística. Sí. El pueblo no necesita profesores irresponsables que a sus escuelas lleguen los martes y se retiren los jueves, cobardes que renuncien al toparse con las privaciones que nos ofrece el campo, o que le tengan miedo a las evaluaciones para ascender, sino uno especial, capaz y honesto, que ame su profesión, que trabaje no sólo con sus alumnos, sino con la misma comunidad. El pueblo no requiere profesores sumisos sino de sana rebeldía contra el abuso e injusticia.

El día de hoy expresamos nuestro fraternal saludo a todos los maestros del Perú y el ande liberteño haciendo votos porque algún día la educación se convierta en la herramienta que nos permita lograr la real transformación de la patria sobre la base de la igualdad, la libertad y la justicia social.