" AÑO DEL BICENTENARIO, DE LA CONSOLIDACIÓN DE NUESTRA INDEPENDENCIA, Y DE LA CONMEMORACIÓN DE LAS HEROICAS BATALLAS DE JUNÍN Y AYACUCHO "

domingo, 25 de febrero de 2018

La nueva ley pulpín

NUEVAMENTE SE PONE EN AGENDA EL TEMA DEL TRATO LABORAL DEL ESTADO A LA JUVENTUD DEL PAÍS. HE AQUÍ UN ANÁLISIS DEL MISMO.

Por: Dionicio Mantilla León

Mucha polémica viene generando en el acontecer nacional el proyecto de ley para modificar la Ley N*28518, que impulsa la congresista Rosa Bartra según la cual los jóvenes de Institutos Técnicos y de Educación Técnica Superior trabajarán hasta 20 horas semanales (4 horas diarias) para las empresas sin recibir un salario, a cambio recibirán una formación práctica. Dicho proyecto indica que esta modalidad no podrá excederse de un total de 448 horas distribuidas en un período máximo de 3 años.

El mentado proyecto de ley fue aprobado en primera votación por la Comisión Permanente del Congreso de la República. Según su impulsora dicha norma no fija una “relación laboral” con los estudiantes sino una “supervisión de la empresa a los jóvenes en una situación real de trabajo”. La congresista insiste en que el estudiante “no va a trabajar, sino se va a formar”. “Los chicos, dice, necesitan aprender en un entorno en el cual van a desarrollar su trabajo”. Según la congresista, dicho proyecto se justifica porque los Institutos Tecnológicos del país carecen de infraestructura y equipamiento que les permita desarrollar sus habilidades.

De esta manera, nuevamente se pone en agenda el trato que nuestra juventud recibe del Estado. Muchos lo califican como una nueva “Ley pulpín” y otros, como la “Ley del esclavo juvenil”. Empero, ¿Cuál es en si el trasfondo de este proyecto de Ley? ¿Favorecerá o no a nuestros jóvenes?

Para empezar, se trata de una ampliación de la Ley creada para favorecer a los CETPROS y programas sociales algo que no ameritaba porque dichas instituciones si cuentan con el equipamiento necesario para la práctica de las especialidades que brindan, algo que no ocurre con los Institutos Tecnológicos que brindan especialidades más complejas que requieren equipos de alto costo para la práctica que un buen número de ellos no lo tiene. La carencia de este tipo de equipamiento en los IT justificaría la ampliación de los alcances de la Ley Juvenil pues resulta obvio que dicho equipamiento pueden ser brindados por las medianas y grandes empresas más aún si los practicantes laborarían gratuitamente.

El tema es, que si bien tendría carácter formativo “será una situación real de trabajo” en donde el alumno brindará sus esfuerzos y destrezas durante tres años motivo por el cual debe ser remunerado tal como así lo estipula nuestra Carta Magna, (arts. 22_23_24_25 y 26) considerando también la precariedad económica de nuestros jóvenes no es justo que se tenga que esperar todavía tres años para percibir un sueldo.

De otro lado, ¿Por qué los estudiantes de universidades que realizan sus prácticas en empresas privadas o públicas si perciben beneficios (sueldo mínimo vital, seguro, etc) y los estudiantes tecnológicos, no. ¿No es acaso esto un acto injusto, abusivo y discriminatorio? Algo más, ¿Por qué el ímpetu, la tenacidad y perseverancia y hasta la ira que manifiestan los congresistas que promueven esta ley no se orienta a exigir mejor y enérgicamente al Estado para que cumpla sus obligaciones de mejorar la infraestructura y equipamiento de los institutos tecnológicos de todo el país y dejan de echar mano, facilistamente, a las empresas privadas las cuales se verán favorecidas por tener mano de obra, ya no barata, sino gratuita y hasta por 3 años?

Nuestros jóvenes no son un conejillo de indias y deben ser consultados en todo aquello que le atañe antes de legislar sobre él. Este proyecto debe ser archivado. No basta con ponerlo en pausa. Si sale adelante entonces el Estado debe cerrar los institutos tal como están concebidos y crear institutos teóricos nada más. ¿Si los IT no tienen capacidad para brindar las prácticas a sus alumnos a dónde va el dinero que reciben cada año por ese rubro? Algo más. ¿Antes de plantear este proyecto se consultó a los estudiantes tecnológicos? ¿Por qué no se oye la voz de protesta de los estudiantes tecnológicos y de instituciones especializadas como SENCICO, CIBERTEC y el Ministerio de Educación por no estar de acuerdo?

Sería bueno que los impulsores de este proyecto de ley, escuchando los argumentos contrarios a él, den marcha atrás en su intención, lo cual no significa desechar totalmente el tema por cuanto el mérito que tendría sería haber puesto en agenda, nuevamente, la Educación Técnica de nuestra juventud siendo urgente hallar una alternativa viable a esta problemática. Creemos en la buena intención de la congresista Rosa Bartra, pero es bueno atender las discrepancias.

LA ALTERNATIVA

Para el suscrito la alternativa viable es la gestación de una Nueva Educación Técnica que signifique nuevos enfoques y nuevas estrategias; asimismo, la plena asunción del Estado de sus obligaciones como responsable de la educación nacional y, la inmediata reestructuración de los Institutos Tecnológicos y Escuelas Superiores de Educación Técnica para convertirlos en la palanca del desarrollo nacional.

Hacia allí deben mirar los congresistas y el Poder Ejecutivo. Hacer lo contrario es quitarle responsabilidades al Estado y privilegiar a la empresa privada pretensión principal del MODELO ECONÓMICO NEOLIBERAL Y CAPITALISTA DEPENDIENTE imperante y del que son fieles seguidores todos los partidos derechistas del país.