La policía que maneja el caso indicó que los autores del atentado religioso conocían la forma como se coloca y se retiran las coronas de las imágenes porque no se melló el rostro de las mismas.
De igual forma, por el apuro no se llevaron un rosario de plata original que colgaba de las manos de la virgen.
Los frustrados delincuentes aprovecharon que en el Pasaje Damián Nicolau en algunas noches no se tiene el alumbrado público, lo que les permitió subirse a esta parte de la catedral, romper el vidrio, cortar los alambres e ingresar.
Hata el momento no hay sospechosos, sin descartar el trabajo policial que se viene dando.
Este sacrílego acto fue rechazado por los fieles católicos quienes exigen que las investigaciones continúen hasta dar con los responsables.
Según información, las coronas verdaderas se encuentran bajo custodia de la administración religiosa.(Beto Mendoza)