sábado, 9 de julio de 2011

¿ANALFABETISMO CERO?



Por: Dionicio Mantilla León

“Hoy, gracias a Dios y al esfuerzo de muchos peruanos nos reunimos en un día trascendental e histórico porque el Perú después de 500 años por fin es libre de analfabetismo. Hemos dado un paso maravilloso de justicia social.” Es el 13 de junio del presente año y quien así, entusiastamente, se expresa es el Presidente de la República, Alan García Pérez, al anunciar optimistamente la desaparición del flagelo del analfabetismo en el país. “Hemos puesto un sello en la historia”, remarca. ”Tenemos cero analfabetismo”, sostiene contundente.
“Analfabetismo cero”, un logro del que siempre Alan García se ha ufanado que conseguiría. De aproximadamente 2 millones de peruanos analfabetos el Perú, según Alan García, se ha llegado a la inalcanzable cifra de cero. Empero, ¿Será esto verdad? ¿Es el Presidente de la República el encargado de acreditar este hecho?
Sabido es que, entre los males endémicos que agobia a nuestro país, el analfabetismo constituye no sólo una traba para el desarrollo económico y cultural del país sino hasta un motivo de vergüenza del que no hemos podido deshacernos desde hacen muchas décadas. De allí, que la presencia de 2 millones de peruanos iletrados se convierte en una piedra en el zapato del que todos quisiéramos librarnos siendo esta la razón para que el Presidente de la República lanzara el 8 de setiembre del 2006 el Proyecto “Analfabetismo cero” a ser implementado a través del “Programa Nacional de Movilización por la Alfabetización”(PRONAMA).
Para el jefe de este programa, Javier Velázquez Fernández, el analfabetismo es un problema que se puede solucionar, “Una vez que la gente ya pueda leer y escribir y manejar cálculos básicos con los que se les podrá incorporar a la educación básica”. Un concepto, a mi juicio, muy débil, irreal y mediatizado. Un error que desde ya desdibuja la magnificencia del logro que tan jubilosamente se ufana el primer mandatario lo que trae como consecuencia una alfabetización errónea que propicia el “analfabetismo por desuso” y aquello que se denomina “analfabetismo funcional” (incomprensión lectora). Mayúsculo problema convertido en el talón de Aquiles de la Educación Básica actual.
Para el suscrito, alfabetizar no sólo significa enseñar a “dibujar y leer el nombre y apellidos o saber cálculos básicos” es, sobre todo, que el alfabetizando aprenda a comprender el texto que escribe; significa, también, tener un conocimiento mínimo y crítico de la realidad de su entorno comunal; significa hacer una toma de conciencia mínima de sus deberes y derechos como ser humano; y, fijar en los alfabetizandos un horizonte utilitario y productivo para él, como para con su familia, comunidad y nación.
Un concepto así planteado es una auténtica garantía de adición a una sociedad que requiere ciudadanos productivos, críticos y cooperadores y no robots que sólo sirven para maquillar las estadísticas de un gobernante. Aún así, las cifras planteadas de “cero” tampoco son reales por cuanto de 11 % de población analfabeta que se dice se recibió, el mismo PRONAMA afirma que se ha llegado al 2.82 % que no es “cero”, aunque técnicamente si lo sea. Un 2.82 % tampoco real, según afirmación de los Presidentes de los Gobiernos Regionales de Junín, Apurímac, Huánuco, Puno, entre muchos más, quienes revelan que en sus respectivas jurisdicciones, aún subsiste y en buenas cantidades, ni que decir de La Libertad sobre todo en la zona del ande. Una prueba de la falta de interés con que se toma esta tarea es el trato insensible que se viene dando al personal de alfabetizadores de nuestra región impagos desde hace varios meses.
Eso del “analfabetismo cero” no es cierto en verdad. Al respecto, la Dra. Madeleine Zúñiga, Coordinadora de “La Campaña por el Derecho a la Educación”, sostiene que la UNESCO a través de su oficina “Educación para la vida” no cree se haya erradicado el analfabetismo en el Perú. Empero, Alan García ha dispuesto mediante D.S. que el 13 de junio sea declarado como: “Día del Perú libre de analfabetismo”, pese a conocer que los únicos facultados para acreditar oficialmente la erradicación del analfabetismo de un país es la UNESCO y el PNUD, pero no un gobernante.
Lo irreal de la afirmación presidencial no obsta para reconocer que la erradicación del analfabetismo es una tarea que nos compromete a todos los peruanos, la misma que, sin embargo, debe ser conceptualizada e implementada de manera correcta.