Human Rights Watch y Proética coinciden con religioso en que ese beneficio no le corresponde a Fujimori. Otras voces esperan que se realice un análisis profundo.
En palabras del monseñor Luis Bambarén, ex presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, el eventual indulto a Alberto Fujimori Fujimori no ayudaría en la unión de los peruanos sino que, por el contrario, podría polarizar aún más al país.
"La familia (Fujimori) cree que un indulto podría contribuir a la reconciliación nacional, pero lo que haría es dividir aún más al país y polarizarlo más, entonces, lo que corresponde es cumplir los protocolos establecidos por ley", señaló tras remarcar que en este momento "no le correspondería ese beneficio porque no tiene una enfermedad terminal".
El religioso dijo que el ex mandatario tampoco vive en "condiciones carcelarias deplorables" que agraven o pongan en riesgo su salud, condiciones indispensables para que le otorguen esa gracia presidencial.
Comentó que Fujimori tiene un tratamiento de reclusión especial y digno, situación que no tienen otros que sí sufren de enfermedades terminales.
Por ello, Bambarén pidió a las autoridades que se realice un análisis profundo al pedido de indulto que el miércoles último presentaron los cuatro hermanos Fujimori Higushi.
Como se sabe, la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, aseguró que el otorgamiento del indulto será un paso para la "reconciliación nacional".
Sería arbitrario
Quien también se pronunció respecto al indulto fue la organización Human Rights Watch (HRW), que señaló que liberar de manera arbitraria al ex presidente y eximirlo de cumplir la totalidad de su pena –que le fue impuesta por violaciones de derechos humanos– sería incompatible con las obligaciones jurídicas internacionales del Perú.
Señaló que "si bien la liberación anticipada de presos gravemente enfermos por razones humanitarias constituye una práctica legítima, solo debería concederse sobre la base de una determinación médica independiente, exhaustiva y concluyente que establezca la gravedad del estado de salud del recluso y el serio riesgo que supondría continuar con su detención".
Agregó que no debería concedérsele un trato especial que no se brinde a otros reclusos que estén cumpliendo condenas por graves crímenes.
"Constituiría un grave error que el presidente Humala conceda a Fujimori un trato preferencial, especialmente teniendo en cuenta la magnitud de sus crímenes", manifestó José Miguel Vivanco, director de HRW.
Igualmente, la directora de Proética, Cecilia Blondet, indicó que un indulto incrementaría la sensación de impunidad en el país y una imagen internacional contraria a la defensa de los derechos humanos.
"El indulto sería poner en cuestión a las leyes del país y generaría mucha desconfianza en la población respecto a sus autoridades”, dijo tras comentar que en caso la enfermedad de Fujimori se manifestara como terminal debería acceder a un arresto domiciliario y no a un indulto.
Por su parte, el ex procurador supranacional Luis Salgado subrayó que la comisión de Gracias Presidenciales debe rechazar de plano la solicitud de indulto, pues aceptarla tendría graves implicancias y consecuencias jurídicas para el país.
Asimismo reveló que en el 2011 le remitió a Humala una carta con ese tenor y espera que la tome en cuenta al momento de tomar su decisión. "La comisión debe revisar el pedido y desestimarlo como hace con decenas y centenas de pedidos que le llegan todas las semanas", afirmó.
En tanto, la alcaldesa de Lima, Susana Villarán, afirmó que el pedido de indulto debe ser resuelto no solo con base en argumentos jurídicos y médicos, sino éticos y humanos.
Gobierno evita pronunciarse
Tanto la primera vicepresidenta del país, Marisol Espinoza, como la ministra de la Mujer, Ana Jara, evitaron pronunciarse respecto a la posición del Ejecutivo sobre el indulto. La primera señaló que serán las instancias técnicas las que evaluarán ese pedido y pidió evitar las especulaciones.
Ana Jara, por su lado, dijo que los ministros no tienen opinión al respecto por tratarse de un tema que compete exclusivamente al presidente Ollanta Humala.
Fujimori fue condenado a 25 años de prisión por violaciones de derechos humanos: la ejecución extrajudicial de 15 personas en Barrios Altos, desaparición forzada y asesinato de 9 estudiantes y un profesor de La Cantuta.(la república)