Los médicos Elmer Huerta, Juan Postigo y Pedro Sánchez ratifican que el ex presidente no está grave. En julio, el recluso de la Diroes fue intervenido por una lesión precancerosa que ya le fue extirpada.
Consuelo Alonzo C.
Alberto Kenya Fujimori Fujimori no tiene cáncer, sino un granuloma. Esa fue la afirmación que el oncólogo y científico –con más de 25 años de experiencia– Elmer Huerta emitió el 24 de setiembre a un matutino, la cual ratificó a La República a través de un correo electrónico pues –agregó– "todo lo que ha dicho hasta ahora es científicamente correcto".
En esa ocasión aseveró que la lesión que se aprecia en la lengua del ex presidente es en realidad un granuloma, que no es otra cosa que una especie de bulto bastante común cuando se opera en zonas húmedas.
"El granuloma es un trastorno de la cicatrización, pero no es cáncer. Ni tampoco es previo al cáncer. No tiene absolutamente nada que ver con el cáncer", sostuvo el experto.
Otros que también en las últimas 48 horas se han referido al paciente Fujimori han sido sus médicos de cabecera, los oncólogos de cabeza y cuello Juan Postigo y Pedro Sánchez.
El primero de ellos fue quien indicó que solo en dos oportunidades, en 1997 y luego en el 2008, al ex dictador se le presentó el cáncer como tal, pues "el resto (en otras tres oportunidades) fueron displasias de diferentes niveles entre severo y moderado".
Y, según sus propias palabras, "la displasia es una lesión precancerosa". En buen cristiano, si es "pre", eso significa que aún no es cáncer.
Llama la atención que no mencionaran que una de sus displasias fue de grado leve, pues en febrero del año pasado el hoy congresista Alejandro Aguinaga, también médico de profesión, informó que siete días antes de esa fecha a su líder se le intervino por presentar una "displasia leve".
EN ESTADIO I
Pero continuando con las revelaciones de los especialistas, Postigo dejó en claro que el cáncer de la cavidad oral que se le detectó al recluso de la Diroes es "incipiente" y en "estadio I". Es por ese motivo que el tratamiento que se le aplicó fue única y exclusivamente con cirugía, pues en caso lo hubieran detectado en otras etapas, la radio y la quimioterapia habrían sido indispensables.
Para agregarle más datos a su buena nueva, el experto afirmó que el nivel máximo que alcanzó la enfermedad de su paciente es un "carcinoma microinvasivo (a nivel de piel)".
"Lo que significa que todavía tiene poca posibilidad de diseminación metastásica. Por eso es que no ha sido sometido a un tratamiento más allá del estrictamente local", indicó tras comentar que la operación efectuada hace un mes a AFF fue por una displasia severa, según confirmó el estudio histopatológico.
Pero además remarcó que si bien en estos momentos AFF "no tiene metástasis", sí necesita de una vigilancia médica adecuada y constante.
Su colega, Pedro Sánchez, y quien fuera el encargado de las intervenciones quirúrgicas, coincide en este punto, pues ayer a una radioemisora local le dijo que "en este momento no pueden calificarlo (su cáncer) de terminal".
Y luego, para seguir con las buenas noticias para los familiares y seguidores de Fujimori, afirmó que se encuentran en el punto que pueden evitar que las lesiones afecten la capa muscular de Fujimori, pues de lo contrario ahí sí la situación se complicaría.
Tanto es así, que Postigo aseguró que si son capaces de seguir controlando la enfermedad como hasta ahora, Alberto Fujimori "puede morir de otra cosa y no de cáncer".
LA HERIDA SE ABRIÓ
Más adelante, Sánchez, quien habló por primera vez de su paciente con permiso de la familia Fujimori, igualmente corroboró lo dicho por Huerta al señalar que en la última intervención efectuada a finales de julio, en lo que llamó la vecindad del piso de la lengua, se generó una reacción inflamatoria cicatrizante, "porque se abrió un poco la herida y se generó el granuloma que se vio en la fotografía".
El oncólogo de cabeza y cuello de la clínica San Pablo, Juan Vargas, al ser consultado sobre cómo se realiza la intervención cuando se detecta una displasia severa, explicó que al ser detectada una lesión de esa naturaleza, se lleva a cabo primero una biopsia y después se elimina la misma con un margen que abarque también tejido sano para garantizar que no quede ninguna célula anormal.
Saber si luego de esta operación va a reaparecer la displasia o no, dependerá de cada caso en particular.
En realidad, solo el tiempo dirá si Alberto Fujimori presentará nuevas y más agresivas lesiones como han advertido sus médicos. Lo único cierto hoy es que gracias a sus cuidados se encuentra bien.
CMP OFRECE OPINIÓN TÉCNICA
Frente al debate surgido en torno al indulto al ex presidente Fujimori y lo señalado ayer por el premier, en el sentido de que este tema se decidirá con criterios técnicos, el decano nacional del Colegio Médico del Perú, Juan Villena, planteó la posibilidad de que se pida la intervención del colegio profesional que representa para que se determine el real estado de salud del ex presidente, como paso previo a la decisión de concederle o no el indulto. "En este tema la opinión más técnica la puede dar el Colegio Médico, a fin de que el gobierno se centre en temas más cruciales como la problemática del sector salud y la huelga de los médicos", propuso.
CLAVES
La primera operación al ex presidente Fujimori se realizó el 11 de mayo de 1997. En ese momento fue catalogada como una leucoplasia o leucoplaquia. La leucoplasia es una lesión superficial precancerosa que en menos del 5% de los casos puede avanzar y convertirse en cáncer. El 5 de junio del 2008 fue internado en el INEN para una segunda intervención debido a que la leucoplasia reapareció.(la república)