" AÑO DEL BICENTENARIO, DE LA CONSOLIDACIÓN DE NUESTRA INDEPENDENCIA, Y DE LA CONMEMORACIÓN DE LAS HEROICAS BATALLAS DE JUNÍN Y AYACUCHO "

viernes, 22 de marzo de 2024

La anemia avanza en el Perú

No existe un serio compromiso del Gobierno de Dina Boluarte contra el hambre y la desnutrición.

Las cifras son de terror. En Puno, o en la misma selva peruana, de cada 10 niños, 7 sufren de anemia. Y el problema se extiende a las zonas costeras y se agudiza en sectores urbanizados. Se trata de un círculo vicioso porque van de la mano la desnutrición crónica y la anemia. Es decir, una madre malnutrida a su vez tendrá hijos con menos nutrientes, lo que directamente afectará su desarrollo.

Es lamentable que frente a este problema, que básicamente se trata de mala alimentación, no se dicten medidas que de manera frontal ataquen esta problemática. El acento puesto en, por ejemplo, los comedores populares y las ollas comunes, que lejos de recibir un mayor aporte del Estado, ven reducirse el alimento básico por efecto de políticas que no están atendiendo la necesidad cada vez mayor de los ciudadanos de menores recursos. Esta desatención se expresa en cifras estadísticas: hemos retrocedido nuevamente en la lucha contra la anemia de menores entre 6 a 36 meses de edad, según el ENDES 2023.

El Programa Mundial de Alimentos lanzó un piloto en el 2021 para masificar el consumo de arroz fortificado con el fin de atender las necesidades que plantea la anemia en un país que consume ese grano y en el que los alimentos con proteínas tienen precios prohibitivos para los más pobres.

Han transcurrido tres años y aún no existe el reglamento que permita que ese alimento llegue a comedores populares y a otros puntos de distribución. Solo tiene acceso el programa Qali Warma.

Hay otras iniciativas para enfrentar la anemia, como productos elaborados con sangre de pollo, mayor consumo de pescado y otras variantes que pueden ofrecer proteínas en la mesa familiar. Ninguno es abordado por los sectores involucrados del Gobierno mediante campañas que eleven el conocimiento sobre el producto y su efecto en la salud, básicamente de los menores de edad. Se trata de la salud y del desarrollo integral del ciudadano y de la tarea obligatoria del Estado para garantizarlos.