El hambre al poder, hace que algunos o algunas busquen un vientre de alquiler con tal de conseguir su objetivo para sus intereses. El poder político también es uno de los medios más eficaces para servir al pueblo si tienes un norte, un poquito de decencia y emoción social, es el fin al que puede aspirar cualquier mortal y hacerlo bien.
Sin embargo hay de aquellos que usan a las organizaciones políticas para fines personales o de otra índole … Otros que no tienen idea de lo que significa ejercer un cargo por elección popular y aprovechan el pánico colgándose de la alforja de alguien que en su momento tuvo aceptación en el pueblo durante la campaña y claro entran por arrastre.
Ni hablar de los principios, ideología, mística ¡Nada! aprovechan el símbolo cómo resorte para llegar al poder y finalmente buscan manejar desde el cargo para influir en los destinos de la sociedad vía representación y terminan sin reputación no respetan a quien les echó un cable para ser alguien, se olvidan que la representación de los partidos es la esencia de la democracia y no tienen más objetivo que el éxito aplauden a sus benefactores ocasionales que los acercan al poder a costa de sus propios ideales y terminan siendo absorbidos por gobernantes diminutos que fueron sus adversarios electorales y siempre actuarán de mala fe, buscando la conveniencia.
Solo militantes auténticos con carácter y empatía pueden sostenerse en un partido político.
¿Será el caso de la consejera Leyla Espir?
¿Usted cree que Leyla representa bien a la provincia Sánchez Carrión?