Perú se ubica entre los primeros cinco primeros países en el mundo con mayor incidencia en tráfico ilegal de animales. Especialista revela que en grandes mercados de Trujillo hay oferta y demanda de varias especies. Los zoológicos son una alternativa para que continúen viviendo tras ser rescatados
Especialistas en el tema, me precisaron que el tráfico ilegal de animales es la cuarta actividad ilícita más lucrativa del mundo y lamentablemente Perú está ubicado dentro de los cinco primeros países con mayor incidencia en este delito. Las regiones de Ucayali, Loreto y Madre de Dios son las principales zonas desde donde se extraen a estos pequeños para su consumo en las localidades aledañas y para el comercio dentro y fuera del del territorio nacional.
También me detallaron que el último semestre de 2021 se decomisaron 217 especies de las cuales 43% corresponden a aves, el 37% a mamíferos, el 16% a reptiles, el 2% a peces y el 1% a anfibios.
CRUELDAD
El médico veterinario Alejandro Pereda, quien es miembro de la ONG Conservación comentó que la mayoría de los animales que se extraen son las aves, los monos y las tortugas y que el modus operandi de estos traficantes es matar a los padres y llevarse los huevos, en el caso de las aves.
El especialista reveló que es común comercializar los animales y hasta los huevos de las aves en regiones aledañas para el consumo del mismo, y también para el comercio en lugares como los grandes mercados de Trujillo.
“Se oculta cerca de donde se venden a los perros y gatos que tienen enjaulados y a través de esa misma persona hacen el contacto para una especie más exótica”, señaló.
En el mercado hay demanda de caparazón de tortuga, astas de venado, zorritos disecados para colección o para uso de la chamaneria que es muy común en Perú.
ALTERNATIVA.
Cuando hay operativos y se recuperan algunas de estas especies, es difícil reinsertarlos en su hábitat natural, puesto que contraen muchas enfermedades, tienen las plumas de las alas cortadas, las patitas quebradas y devolverlos a su ambiente puede significar una muerte segura. Es ahí cuando surge la alternativa de llevarlos a los zoológicos para que con ayuda de los expertos puedan tener una vida más tranquila.
Tal vez no sea lo mejor, pero para estos indefensos seres es la diferencia entre la vida y la muerte. Lo que se necesita con urgencia es que las autoridades competentes pongan fin al tráfico de animales.