Conspiración. Intervenido en Albania, Dmytro Chornyi fue parte de la tripulación de la aeronave que lanzó en paracaídas 10.000 fusiles AK-47 en territorio de las FARC como parte de la operación secreta del SIN que se llamó plan Siberia.
Chornyi fue acusado porque fue identificado como uno de los miembros de la tripulación rusa y ucraniana del avión Ilyushin Il-76, que lanzó en paracaídas los fusiles sobre territorio controlado por las FARC.
La detención del ucraniano Dmytro Chornyi recuerda la gran farsa que montaron Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos en la conferencia de prensa del 21 de agosto de 2000, en Palacio de Gobierno. Ese día, Fujimori informó que Montesinos encabezó una exitosa operación de inteligencia que desbarató una organización de peruanos y extranjeros que compró 10.000 fusiles AK-47 a nombre del Ejército, y que luego revendió a las FARC.
Una investigación de La República reveló que, durante los interrogatorios, el exjefe nominal del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), el almirante AP (r) Humberto Rozas Bonuccelli, -uno de los asistentes a la conferencia del 21 de agosto-, confesó que oficiales en el Perú de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), fueron quienes le informaron sobre el contrabando de fusiles a las FARC. Y que cuando se lo comunicó a Montesinos, este junto con Fujimori armaron la farsa de una falsa operación que se llamó plan Siberia para capturar a los implicados.
El vendedor de los fusiles AK-47, el libanés Sarkis Soghanalian, un viejo colaborador de la CIA, confirmó a La República que coordinó con Fujimori y Montesinos el negocio de las armas, que luego terminaron en manos de las FARC. Incluso llegó a Lima con regalos con Fujimori y sostuvo reuniones con Montesinos, quien ofreció pagarle con dinero en efectivo, a lo que Soghanalian se negó.
La farsa del plan Siberia ocurrió pocas semanas después de que Fujimori inició su tercer mandato, luego de unas elecciones presidenciales fraudulentas. A pesar de sus promesas de apartar a Montesinos por su relación con los asesinatos de Barrios Altos y La Cantuta perpetrados por el destacamento Colina, compuesto por agentes del Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE), Fujimori lo mantuvo en el poder y revalidó su confianza por la “exitosa” operación que desmanteló la organización de traficantes de armas.
El caso generó una controversia con el Gobierno de Colombia, entonces presidido por Andrés Pastrana. Fujimori alardeaba de haber derrotado al terrorismo, pero aprobó el plan para dotar de 50.000 fusiles AK-47 a las FARC (aunque solo se llegó a las 10.000 unidades), violando la soberanía colombiana y en beneficio de una organización guerrillera a la que supuestamente le había declarado la guerra.
El expresidente relató que Fujimori le mintió cuando le preguntó si conocía sobre el contrabando de armamento. Así quedó en evidencia el falso discurso antiterrorista de Fujimori.
“Este era un operativo que estaba orientando y liderando Montesinos y el propio presidente Fujimori. Lo que es increíble pensar es que Fujimori buscaba acabar con Sendero Luminoso, pero por el otro lado les entregaba 50.000 fusiles (a las FARC)”, escribió Andrés Pastrana en sus memorias sobre el incidente.
Fujimori mintió a Andrés Pastrana
La Inteligencia colombiana fue la que detectó el contrabando de fusiles AK-47 para las FARC. Los militares identificaron que los extremistas habían aumentado su capacidad de fuego, por lo que hicieron un seguimiento al origen de los fusiles que decomisaban. Se dieron cuenta de que habían sido fabricados por la República Democrática Alemana (RDA) y vendidos a Jordania.
Las autoridades jordanas informaron a los colombianos que vendieron las armas al Ejército peruano. Los colombianos preguntaron a la institución castrense y esta lo negó. El Ejército estaba controlado por Montesinos.
El dato
Implicado. El vendedor de armas Sarkis Soghanalian fue interrogado por el exprocurador José Ugaz en EE. UU. y confirmó que Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos estuvieron involucrados en el tráfico de fusiles AK-47.
Toda la tripulación
Resolución judicial con la relación de una treintena de implicados, entre ellos el ucraniano Dmytro Chornyi.