Las crónicas del siglo XVI y XVII señalan que Huamachuco se unió al imperio inca, bajo el mando de Túpac Yupanqui, entre los años 1460 y 1490.
La presencia inca en nuestro pueblo fue medular y duró aproximadamente sesenta años, tiempo en que se instaló el camio real (Qapacñan), colcas, tambos, palacios reales, kallancas y un “acllahuasi”; así lo señalan investigaciones del historiador Waldemar Espinoza Soriano (1967), el arqueólogo Lorenzo Risco (2021) e, incluso, la misma Lucila Castro de Trelles (1992) y los esposos Topic (1993).
Ese pasado inca forma parte indesligable de nuestra identidad. Producto de él tenemos, por ejemplo, la danza de los Incas, declarada Patrimonio Cultual de la Nación. El trazo arquitectónico mismo de la ciudad de Huamachuco es, a todas luces, inca. Incluso, el nombre mismo de “Huamachuco” lleva una partícula quechua: “guaman” en su composición.
Los incas, como bien señala Cieza de León y Garcilaso de la Vega, tuvieron en mucha estima a los Huamachucos, respetando sus diversas estructuras sociales.
La identidad de un pueblo no es la que, por antojos individuales, elegimos, sino la que, por historia, nos corresponde.
Huamachuco no es solo época preinca; sino, también, wari (ahí la presencia de Wiracochapampa), época inca, española (colonia y virreynato), independencia y república…
Los huamachuquinos no solo nos sentimos orgullosos de Marcahuamachuco, sino también de Wiracochapampa (que es Wari), de nuestra Plaza de amas (cuyo primer trazo fue inca), de nuestra Virgen de Alta Gracia, Campanario, Iglesia San José (que son construcciones coloniales españolas), de la Parada del Gallardete y de nuestros títulos de “Muy ilustre y fiel ciudad” y “Tierra clásica de patriotas”, que son republicanos.
No es ético, y más aún en un historiador, negar, ocultar y soslayar un pasado por preferir otro, en base a intereses personales. No es ético ya que deja de lado la neutralidad, tan necesaria en los investigadores.
Instamos a nuestros paisanos a seguir informándose sobre nuestro pasado inca. Dejamos, a continuación, las fuentes donde pueden hacerlo, resaltando el artículo “La incorporación del curacazgo de Huamachuco al Imperio de los Incas”, de Waldemar Espinoza Soriano, donde, con contundencia, se afirma que en Huamachuco sí hubo un Acllahuasi e, incluso, un gobernador Inca:
DE TRELLES, Lucila Castro (ed.). Relación de la religión y ritos del Perú hecha por los padres agustinos. Pontificia Universidad Católica del Perú, 1992.
ESPINOZA SORIANO, Waldemar. La incorporación del curacazgo de Huamachuco al Imperio de los incas. En Actas y trabajos del II Congreso Nacional de Historia del Perú. El Centro, 1962. p. 117-119.
TOPIC, J. R. y TOPIC, T. L. (1993). A summary of the Inca occupation of Huamachuco. En M. A. Malpass (ed.), Provincial Inca: Archaeological and Ethnohistorical Assessment of the Inca State (pp. 17-43). University of Iowa Press.
RISCO, L. Relaciones culturales entre los Huamachucos y los Incas: un análisis urbano-territorial. En: Culle, revista de Sociedad y cultura, Año I, Nº2, septiempre de 2021: pp. 19-22.
Foto: Max Uhle.
(Culle Huamachuco)
ESTE ARTÍCULO ORIENTA A QUIENES PRETENDEN CAMBIAR LO DE ACLLA POR CAUTAGUÁN.