Periodistas y ciudadanos reclaman audiencia pública para el periodista.
Daniel Yovera, el periodista de investigación que planteó preguntas esenciales sobre las actividades ilícitas desarrolladas por el Sodalicio de Vida Cristiana —movimiento ultracatólico de origen peruano—, que mantiene un fuerte enraizamiento económico con sectores conservadores de la política y la economía, está nuevamente siendo enjuiciado en represalia por este descubrimiento.
Estas preguntas fueron expuestas en el reportaje emitido por la agencia Al Jazeera, con la que se inició el desmontaje de la organización que mantenía bajo sus redes a jóvenes, contra quienes ejercía violencia psicológica y, en algunos casos, agresiones de carácter sexual.
El impecable trabajo periodístico, al que se sumaron otras investigaciones, puso fin a una organización ultracatólica dirigida por el laico Luis Figari, quien fue apartado de sus funciones y trasladado a Roma, en un destierro obligado para evitar que enfrente a la Justicia.
Yovera ha sido blanco de los ataques de quienes mantienen relación política y económica con los representantes de la exorganización. Investigaciones posteriores sobre temas patrimoniales han colocado en alerta a estudios de abogados, que no han dejado de montar denuncias y buscar sanciones contra el periodista y contra quienes abran investigaciones por las secuelas de esta imputación.
En la querella de difamación que se le sigue a Yovera se ha alargado por años la definición judicial, hasta que en fecha reciente y en plazos veloces se busca dictar medidas en el más sospechoso secreto y sin mayor trámite.
Periodistas, intelectuales, especialistas y directivos de organizaciones de protección de periodistas han firmado un pronunciamiento exigiendo al Poder Judicial una audiencia pública para expresar su rechazo a la persecución y el acoso de los cuales es víctima Yovera.
Será la ocasión para exigir respeto a la libertad de expresión y de información que se está pretendiendo conculcar al periodista. El ejercicio del periodismo independiente está siendo vulnerado y es necesaria nuestra plena solidaridad ahora. Yovera somos todos.(LA REPÚBLICA)