Interceptados. Escuchas telefónicas a Fernando Obregón Mansilla, Manuel Altamirano Ramírez y Alfonso Wun García exponen pago de sobornos a servidores de EsSalud para ganar contratos amañados durante la pandemia del COVID-19.
Mientras Fernando Obregón era investigado por las autoridades como presunto integrante de ‘Los Gángsters de la Política’, después de haber renunciado a la ONPE en medio del escándalo, se puso a trabajar para la central de medios Speedymen’s SAC, bajo la conducción del publicista Manuel Altamirano Ramírez y su socio Alfonso Wun García. Las escuchas telefónicas a Obregón y sus amigos Altamirano y Wun permitió a la Policía descubrir que estaban implicados en millonarias contrataciones fraudulentas con EsSalud.
En plena intervención telefónica, Fernando Obregón perdió la vida por enfermedad. Pero su muerte no impidió que las autoridades obtuvieran grabaciones y transcripciones de conversaciones de sus cómplices para consumar al menos tres contratos con EsSalud por 28,9 millones de soles en 2020 y 2021, durante el periodo de funciones de la directora ejecutiva, Fiorella Molinelli Aristondo.
El 11 de agosto del 2020, Fernando Obregón llamó al chofer de la empresa proveedora, Juan Jaime Guzmán Ayala, que entregaría un lote de lentes de protección de salpicaduras, el producto que vendería su cómplice, Manuel Altamirano, mediante la empresa Importaciones Vía Ayaychan SAC, de su propiedad.
Obregón: Juan Jaime (Ayala), dime...
Ayala: ¿Por dónde estás?
Obregón: Ya estoy acá, ya. Detrás tuyo.
Ayala: ¿En Minka?
Obregón: En Minka.
Ayala: No te veo.
Obregón: Estoy cerca del cajero para pagar las coimas.
Ayala: No te veo.
Obregón: En Minka. ¡Estoy en Minka! ¡Adentro! Estoy sacando del cajero para pagar las dos coimas. De ahí voy. Si no, para coordinar. ¡Ya coordiné todo, huevón! Antes de las 2, estamos fuera.
Ayala: ¡Ojalá! ¡Ojalá! Acá estoy esperándote hace un rato.
Fraude en plena epidemia
Se encontraban en el centro comercial chalaco Minka, muy cerca al almacén central de EsSalud, en el Callao. A este diálogo su sucederían otros vinculados con el mismo asunto del internamiento de lentes para protección de salpicaduras, productos que Importaciones Vía Ayaychan vendió por 15,6 millones de soles mediante contratos suscritos el primero de octubre y el 13 de noviembre del 2020. ¡Pero desde agosto Importaciones Vía Ayaychan ya estaba entregando parte de los productos!
En efecto, el 12 de agosto del 2020, el operador Fernando Obregón conversó sobre el internamiento de los lentes con Rocky Carrillo Gutiérrez, un empleado de la empresa Speedymen’s, que era usada como fachada de Importaciones Vía Ayaychan. Speedymen’s fue la compañía que importó de China los productos que luego Vía Ayaychan vendería a EsSalud a precio sobrevalorado. Aparentemente no consiguieron la cantidad que necesitaban, por lo que tuvieron que recurrir a lentes de dudosa calidad, según se desprende del diálogo:
Obregón: (Hay que) cabecearlos (engañarlos). No hay problema. Hay que seguir nomás.
Carrillo: Ya, lo voy a seguir cabeceando entonces. Lo que pasa es que ayer le metí un lote de 3 mil nuevos lentes.
Obregón: Sí, sí, ha pasado piola.
Carrillo: ¿Lo revisaron?
Obregón: Ya, ya, ya. Ahora ya no revisan.
Carrillo: Ve, estos huevones. Ya, pues, cholito. Las cosas ya están bien. Otra cosa te digo, mañana se van a entregar más lentes.
Obregón: Sí, 36 mil. (...)
Carrillo: Pucha, me va a faltar gente, brother.
Obregón: ¿Cuántos te van a faltar? (...)
Carrillo: Para producción, 5 personas. (...)
Obregón: Ya, yo le hablo a Manuel (Altamirano Ramírez) para que mañana ya tengas a esa gente.
Los lentes adulterados no fueron detectados por los servidores del almacén de EsSalud porque, evidentemente, eran sobornados para que dejaran pasar los productos.
El siguiente diálogo del 12 de agosto entre el operador Fernando Obregón y Rafael Sotelo Zorrilla, encargado del almacén de EsSalud, lo dice todo:
Obregón: ¿Cómo está la vaina? Todo bien, ¿o no?
Sotelo: Sí. Pasa que últimamente están viendo (revisando) si dice ahí (en el producto el rótulo) “prohibida su venta”.
Obregón: Claro.
Sotelo: Ya, mosca, porque ahora están rechazando (los productos) por eso.
Obregón: Está bien, todo dice “prohibida su venta” (...).
Sotelo: Me llamas para que te atiendan rápido.
Al día siguiente, 13 de agosto, Fernando Obregón le envió el siguiente mensaje a Rafael Zorrilla, el encargado del almacén: “Terminando las entregas (de los lentes), te daré un bono extra”.
“Bono extra” no puede ser otra cosa que coima extra.
Poco después, el mismo día, Obregón se comunicó con el chofer “Carlos” que llevó los lentes al almacén de EsSalud. Ambos celebraron haber conseguido entregar productos defectuosos, comprados para la protección de los servidores de salud en plena pandemia del COVID-19:
Obregón: (El almacenero Rafael Sotelo) agarra y me dice: “Ahora están rotulando así (‘prohibida su venta’. (...) Si sigue así, ¡va a subir la tarifa!”.
“Carlos”: (Risas)
Obregón: ¡Conchasumare!
“Carlos”: ¿Qué le has llevado? Has llevado cualquier cosa.
Obregón: No la rotulada. Puta, los billetes que han entrado hoy están hasta el culo. Pero igual los han pasado.
Sin embargo, los implicados de EsSalud pidieron más dinero porque los productos no estaban rotulados: “Esto en Salog (almacén de EsSalud). Para que veas, puta, quieren subir la tarifa (de los sobornos). Me están aguantando (la recepción). Me maltratan para subir la tarifa. Son tan conchudo que me han enviado un mensaje de voz por WhatsApp”. Al final, pagaron las coimas. Y ganaron 15,6 millones de soles. Después Manuel Altamirano disolvió a proveedora Importaciones Vía Ayaychan. No sabía que lo habían grabado.
Empresas implicadas
Después de contratar con EsSalud por 15,6 millones, Manuel Altamirano liquidó su empresa Vía Ayaychan.
Speedymen’s, de Manuel Altamirano y su esposa Bertha Ángeles, importó los lentes protectores.
Molinelli: “A nadie le gusta firmar algo”
La presidenta ejecutiva saliente de EsSalud, Fiorella Molinelli, admitió haber autorizado los contratos que se encuentran bajo investigación por la Fiscalía Especializada en Corrupción de Funcionarios. Pero precisó que lo hizo de buena fe y aleccionada por la emergencia sanitaria por el COVID-19.
“Uno tiene que poner su firma y dar la cara porque hay que tomar decisiones sin tener miedo porque la gente se está muriendo”, explicó a Radio Programas: “A nadie le gusta firmar algo y hacerse responsable de algo, pero lo hacemos por el compromiso con el país y para salvar a las personas que viven y sufren en medio de esta situación de emergencia”.
Molinelli no se encontraba en Lima cuando agentes de la Diviac, dirigidos por el fiscal Carlos Nivín Valdiviezo, incursionaron en las viviendas de 14 implicados en el caso, incluyendo la de la presidenta ejecutiva de EsSalud. El operativo tuvo como finalidad obtener evidencia documental. De la residencia de Molinelli, quien ha dicho que contribuirá con la investigación fiscal, los efectivos se llevaron equipos informáticos.
Este diario intentó comunicarse sin éxito con algunos de los involucrados, como Manuel Altamirano y Alfonso Wun. Esperamos que se pongan en contacto para obtener su versión.