En escuelas públicas. Concursos serán anuales y habrá otras formas de evaluación, como proyectos de innovación. Sutep pide que se consideren todas esas plazas este año.
Por: Milagros Berrios
El anuncio se da luego de que este año se reanudara el concurso de nombramiento, suspendido el 2020 por la emergencia sanitaria. Según los últimos cambios en la Ley de Reforma Magisterial, su aplicación debía ser anual, y no cada dos años, entre el 2018 y el 2022.
Dicho proceso, el cual permite a los maestros titulados ingresar a la Carrera Pública Magisterial y trabajar de manera estable, está conformado por una etapa nacional y descentralizada. La primera, que será el 30 de octubre, incluye una prueba escrita de comprensión lectora, razonamiento lógico y conocimientos de la especialidad. La segunda, que arranca el 24 de noviembre, mide el desempeño del maestro en el aula.
El Minedu aún no publica la relación final de las plazas para este año; no obstante, el listado preliminar daba cuenta de más de 29.000. Incluso, fuentes de la gestión anterior detallaron que se evaluaba añadir otras 9.000. Postulan alrededor de 283.000 docentes titulados.
El Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación del Perú (Sutep) estima que hoy existen 60.000 plazas presupuestadas para el nombramiento, por lo que consideran necesario que todas sean puestas a concurso este mismo año a fin de atender el alumnado que migró del sector privado al público. “Recogen nuestra exigencia: asegurar más nombramientos, pero quieren fraccionar las plazas existentes en tres años, cuando esto puede hacerse este año. Pedimos el nombramiento de todas las plazas, asegurando que los maestros superen los parámetros, pero sin pruebas diseñadas para desaprobarlos. Hay una lógica de ahorro, en la que se prefiere tener a más contratados”, dice el secretario general del Sutep, Lucio Castro.
En el Perú trabajan 232.000 maestros nombrados y 181.000 contratados (sin estabilidad).
“Mecanismos alternativos”
Como se mencionó, el proceso de nombramiento consiste en una prueba escrita y la medición de desempeño de maestros titulados. No obstante, el ministro de Educación, Juan Cadillo, ha señalado que el sector va a generar “mecanismos alternativos de evaluación”. Uno de ellos, según ejemplificó, consistiría en la posibilidad de nombrar a un profesor contratado que haya desarrollado, y mostrado con evidencias estandarizadas, un proyecto de innovación durante dos años.
Otra opción sería que los maestros de las zonas rurales más alejadas, incluso urbanas, puedan llevar cursos de especialización didáctica en institutos y universidades certificadas. Tras ello, y si presentan evidencias, obtengan una constancia con la que puedan nombrarse. “Estos mecanismos alternativos, una vez piloteados, pueden servir incluso para el ascenso”.
Para el Sutep, estas propuestas pueden ser sometidas al debate. Por ahora, demandan que las pruebas actuales no sean de carácter eliminatorio, sino que se sumen los puntajes. “Así, ya no se tendrían solo 7.000 o 10.000 nombrados, sino más”.(LA REPÚBLICA)