NOS ENCONTRAMOS VIVIENDO LA PEOR CRISIS MORAL DE NUESTRA HISTORIA EN DONDE RESULTAN HUNDIDOS EN EL FANGO DE LA CORRUPCIÓN ALTOS FUNCIONARIOS GUBERNATIVOS Y HASTA EX PRESIDENTES DE LA REPÚBLICA. ¿SERÁ POSIBLE ACABAR CON LA CORRUPCIÓN?
Por: Dionicio Mantilla León
Nunca como ahora resulta muy cierta aquella clásica y lapidaria frase de Manuel González Prada: “En el Perú, donde ponemos el dedo sale la pus”. Y, aunque tardíamente, vemos complacidos como el Poder Judicial haciendo respetar sus fueros ha aperturado procesos investigatorios a personajes vinculados con actos de soborno de ODEBRECHT y ha puesto un alto a las pretensiones de congresistas deseosos de conocer lo investigado para defender a sus líderes políticos corruptos.
Ha caído el ex Presidente de la República, Alejandro Toledo y se encuentran a la espera, Alan García Pérez y Ollanta Humala. Todos ellos y, muchos funcionarios más, se sentarán en el banquillo de los acusados para ser enjuiciados y recibir, de hallarles culpabilidad, la sanción que la ley estipula. Les esperaría muchos años de prisión tal como hoy se encuentra purgando, Alberto Fujimori, considerado el séptimo gobernante más corrupto del mundo.
¿Pero qué tipo de prisión le tocará a los ex Presidentes de la República corruptos? ¿El mismo tipo de “cárcel dorada” como en el que viene purgando pena el dictador: un departamento de lujo y con muchas gollerías? ¿Todo ello con la anuencia del Poder Judicial y el gobernante de turno? ¿Es justo eso? ¿Siempre ha sido así? Oportuno es preguntarnos: ¿Y cómo se castigaba antes a los corruptos, por ejemplo, durante los años de la efervescencia libertaria? ¿Qué actitud tomaban el gran Libertador Simón Bolívar junto a su leal y eficiente asesor, el huamachuquino, Dr. José Faustino Sánchez Carrión?
Según ambos libertarios el Poder Judicial de aquel entonces no sancionaba como debía ser a los corruptos y siempre perdonaban a los infractores de la Ley instaurando una vergonzosa impunidad. “Clemencia criminal que contribuyó más que nada a derribar la máquina que todavía no habíamos enteramente concluido!”, sentenciaba. Agregando: “La República, minada por ciudadanos deformados, se encuentra presa inevitable de tan grave mal. Un mal que considero como traición a la Patria. El único medio de extirpar radicalmente este desorden es dictar medidas fuertes y extraordinarias",
Por esta razón, en uso de sus atribuciones, Simón Bolívar, con el apoyo de su asesor, convino en expedir el siguiente Decreto Dictatorial:
Simón Bolívar: “La corrupción es traición a la Patria”
DECRETO DICTATORIAL DEL 12 DE ENERO DE 1824
Aplicación de la pena capital a los funcionarios que hayan tomado dinero de los fondos públicos. Teniendo presente:
1º. Que una de las principales causas de los desastres en que se ha visto envuelta la República, ha sido la escandalosa dilapidación de sus fondos, por algunos funcionarios que han intervenido en ellos;
2º. Que el único medio de extirpar radicalmente este desorden, es dictar medidas fuertes y extraordinarias, he venido en decretar, y
DECRETO:
Artículo 1º : Todo funcionario público, a quien se le convenciere en juicio sumario de haber malversado o tomado por sí de los fondos públicos de diez pesos arriba, queda sujeto a la pena capital.
Artículo 2º : Los jueces a quienes, según la ley, compete este juicio, que en su caso no procedieren conforme a este decreto, serán condenados a la misma pena.
Artículo 3º : Todo individuo puede acusar a los funcionarios públicos del delito que indica el artículo 1º.
Artículo 4º : Se fijará este decreto en todas las oficinas de la República, y se tomará razón de el en todos los despachos que se libraren a los funcionarios que de cualquier modo intervengan en el manejo de los fondos públicos. Imprímase, publíquese y circúlese.
Dado en el Palacio Dictatorial de Lima a 12 de enero de 1824, 4º de la República
Simón Bolivar
LIBERTADOR PRESIDENTE
Una medida ejemplar que nos invita a la reflexión en este mes en que el 13 de Febrero recordamos el 230 aniversario del nacimiento del ilustre Secretario y Asesor de Simón Bolívar, el Dr. José Faustino Sánchez Carrión.
J.F. Sánchez Carrión: “Debemos acabar con la impunidad”