Los presentadores la anunciaron como la ganadora a mejor película, pero hubo una equivocación en la lectura de las cartillas. Escándalo en los Oscar.
Bonnye & Clyde volvieron a hacer de las suyas, después de 50 años. La pareja protagonista de la película de 1967 basada en los famosos criminales, Warren Beatty y Faye Dunaway, reapareció en público para entregar el premio Oscar a Mejor Película, que cerraba con broche de oro una impecable noche de transmisión en el Teatro Dolby de Los Ángeles.
Ochenta y nueve años de historia fueron nada, luego de los bochornosos minutos que se vivieron en el escenario, después de que longevo actor Warren Beatty anuncie a La La Land como la película ganadora en la categoría más importante de la noche. El auditorio estalló en aplausos y todo el equipo de la cinta subió para agradecer en la tarima.
Pero mientras uno a uno de los integrantes del equipo de producción respondían y cargaban su Oscar con emoción, detrás se veía a un confundido Beatty que estaba tratando de decir que se había equivocado, pero no encontraba el momento. Jordan Horowitz ─productor de La La Land─ tuvo que agarrar el micrófono, mirar con vergüenza a todos y decir que todo había sido un error: Moonlight era la ganadora a Mejor Película.
"Definitivamente, todo esto es mi culpa. No volveré el próximo año", sentenció el momento el host de la noche, Jimmy Kimmel, provocando risas aún confusa.
¿Qué sucedió? Según explicó Warren, alguien de la producción le dio el sobre equivocado en el cual decía que "La La Land" era la ganadora, pero éste sobre anunciaba a la ganadora de la categoría anterior (Mejor Actriz), que efectivamente, ganó Emma Stone por el musical de Damien Chazelle.
El efecto Steve Harvey se vivió en Hollywood. El fantasma del Miss Universo 2016 se replicó y esta vez a La La Land le tocó ser Miss Colombia. Barry Kenkins y todo su equipo no salían de su asombro y subieron a recoger el premio ante un público que no dejaba de aplaudir; emocionado, confundido, sin saber si reir o celebrar, pero teníamos a dos grandes películas sobre el escenario, ambas cargando el Oscar, y la mejor reacción de todos los asistentes fue ovacionar a ambas.
Unos premios provocadores. Si el incidente del error no sucedía, estos Oscar habrían sido recordados como unos premios agitadores, que lanzaron todas sus puyas contra un mandatario. No es novedad que Hollywood y Donald Trump no se llevan bien. El veto migratorio y los planes de levantar un muro en la frontera con México lanzaron las alertas entre actores y cineastas (en una industria donde predomina la pluriculturalidad) desde la campaña electoral.
Desde el inicio de la ceremonia, realizada en el Teatro Dolby de Los Ángeles, Jimmy Kimmel bromeó con la importancia de la unidad entre personas que tengan pensamientos distintos, y por eso era importante que Donald Trump sea presidente pues por eso se habían nominado a tantos actores afroamericanos y de otras nacionalidades.
Estos Oscar marcaron a gran distancia del #OscarsSoWhite de los últimos dos años, y celebraron a múltiples culturas llegando a nominar a seis actores afroamericanos en categorías actorales y a Barry Jenkins como director.
Mahershala Alí fue el primer golpe a las ideas del presidente estadounidense. El actor de Moonlight se llevó el premio a Mejor Actor de Reparto. Pero siguieron importantes nominaciones y categorías, como la del director sirio Asghar Farhadi, quien ganó su segundo Oscar a Mejor Película Extranjera por "The Salesman" y quien no asistió a la ceremonia por las directrices migratorias del presidente estadounidense.
De igual manera, el director sirio Khaled Khatibel ganó un Oscar por el documental The White Helmets, pero no pudo ingresar a Estados Unidos pese a estar tres días en el aeropuerto. Su voz, se hizo escuchar y fuerte por quienes recogieron su premio.(RPP)