Ministerio Público demanda prisión preventiva de 9 meses para Eddy Sanjinez Medina, quien habría actuado con negligencia el jueves en Moche.
ANGUSTIA. Deudos acudieron deste tempranas horas a la morgue de Trujillo para exigir cuerpo de parientes.
Eddy Alexander Sanjinez Medina es el conductor del tráiler que causó el terrible accidente en el kilómetro 568 de la Panamericana Norte y dejó 18 fallecidos, de estos trece calcinados. Sanjinez Medina sobrevivió de milagro a esta tragedia.
Sin lugar a dudas le quedará una amarga experiencia o una mancha en su hoja de vida, pero lo que es cierto es que debería responder ante la justicia por lo ocurrido el último jueves en una de las vías más transitadas de la provincia liberteña.
La titular de la Primera Fiscalía Provincial Penal Corporativa, María Horna Torres, solicitó nueve meses de prisión preventiva contra el chofer de la unidad de carga pesada (Eddy Sanjinez) por el delito contra la vida, el cuerpo y la salud en la modalidad de homicidio culposo en agravio de Elena Vargas de Oliva, José Leonardo Gutiérrez Toribio (motociclista), y otros en proceso de identificación.
Sanjinez Medina también ha sido acusado por el delito contra la vida, el cuerpo y la salud en la modalidad de lesiones culposas en agravio de Carlos Morales Chincha, Helen Galicia Mauricio, Brillit Polo Cedano, María Oliva Vargas, C.E.R.O. (17), Agustín Briceño Sandoval, Samanda Rojas Cifuentes, Jenny Meza Bedón, y otros en proceso de identificación.
La conducta atribuida a Eddy Sanjinez se encuadra en la hipótesis normativa del delito de homicidio culposo ubicado en el tercer párrafo del Art. 111 del Código Penal, que establece pena privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de ocho años e inhabilitación, según corresponda la investigación.
Detrás de la escena
Los deudos de las víctimas del accidente se acercaron a la morgue de Trujillo con la esperanza de que les entreguen el cadáver de sus parientes; sin
embargo, se presentaron retrasos por la dificultad de los procedimientos en la identificación de los cuerpos calcinados.
A un costado del local de Medicina Legal se divisó a Elder Ávila Honorio, quien tiembla al sujetar la foto de su hijo de iniciales J.A.A. (16), cobrador de la combi de la empresa Miramar.
Un día antes de su deceso, el menor conversó con su padre para pedirle permiso unos tres días, pues tenía en mente salir de casa, al parecer por mantener
una relación amorosa.
“No me daba la cara durante la conversación. Luego de varios minutos logré convencerlo de que no se vaya, sin tener en claro sus razones. A las cinco de la mañana salió a trabajar, y ya no pude verlo porque me fui a embarcar a mi esposa que viajó”, contó entre lágrimas.
Ávila Honorio se enteraría de lo ocurrido por comentarios de los trabajadores de la empresa Miramar. De inmediato acudió al lugar sin obtener respuesta
de su hijo. En la mañana de ayer se enteraría de que su pequeño se encontraba en la morgue de Trujillo.
“Exigimos que se haga justicia, tomaremos acciones legales porque aquí hay responsables y deben pagar por su irresponsabilidad o imprudencia”, asevera el padre de familia, mientras abraza a su esposa.(la industria)