Por: Dionicio Mantilla León
“Váyanse a otra parte, el mundo es ancho”. Despectiva frase que como hiriente cachetada cae sobre el rostro de cientos de comuneros de la pequeña localidad andina de Rumi. Frase lanzada descaradamente por un abusivo gamonal, Álvaro Almunebar, al despojarles de las tierras que legítimamente les pertenece, más al igual que un bíblico David, frente a un gigantesco Goliat, es respondido con coraje y dignidad por su Alcalde, Rosendo Maqui: “Lucharemos por nuestras tierras hasta el final, aunque nos cueste la vida”.
Escena que conmueve hasta lo más profundo de nuestro ser y que grafica la hondura de la injusticia humana, protagonizada por los poderosos pisoteando permanentemente los elementales derechos de los débiles. Inmortal mensaje justiciero que trasmite el afamado novelista huamachuquino, Ciro Alegría Bazán, en su obra cumbre, “El mundo es ancho y ajeno”. Una escena que se repite, día a día, en todos los rincones de la Patria como eterna lucha entre el bien y el mal.
Nacido en las estribaciones del ande de La Libertad un 04 de noviembre de 1908 en el agreste paraje de Quilca del distrito de Sartimbamba a orillas del caudaloso río Marañón, y , fallecido un 17 de febrero de 1967, en Chaclacayo (Lima), el insigne literato si bien se nutrió del cálido afecto de sus coterráneos, los indígenas lugareños y del encanto de la naturaleza andina, también se nutrió de las privaciones e injusticias cometidas en contra de los indígenas, sus hermanos de esperanzas.
Impulsado por su carácter inquieto y defensor de las causas justas militó en las filas del partido aprista participando activamente, entre otras gestas, en la revolución de Trujillo de 1931 motivo por el cual fuera encarcelado y luego desterrado a Chile.
Don Ciro, bendecido por el Divino Hacedor con una creatividad literaria admirable, produjo hermosas novelas como. “La Serpiente de Oro” y “Los perros hambrientos” que junto al “Mundo es ancho y ajeno”, conforman la triada novelística de oro, siendo justamente esta última la que le hizo merecedor del “Premio de Literatura Hispano Americana” organizada por una editorial norteamericana en Nueva York; asimismo, fue reconocido con Las Palmas Magisteriales en el grado de Amauta. Años después, fue elegido Diputado postulando por Acción Popular.
Ciro Alegría es considerado como el referente del indigenismo de los andes del norte peruano; mientras el célebre novelista apurimeño, José María Arguedas, con su novela principal, “Los Ríos profundos”, es el referente literario indigenista del sur de la Patria. A ellos se añade el novelista limeño, Manuel Scorza, con su obra cumbre
“Redoble por Rancas”, constituyendo el principal referente del neo indigenismo. Los tres, son creadores de un tipo de literatura diferente que abraza con pasión el mundo indígena y su pesada cruz, que abre sus páginas de ensueño con mágicas fotografías que describen las vivencias colmadas de esfuerzos, angustias y esperanzas de una raza milenaria que se aferra a la madre tierra como sempiterna cuna y al amparo del espíritu de sus Apus.
En “El mundo es ancho y ajeno” y en otras obras de Ciro Alegría percibimos un amor acendrado a la pacha mama antigua del ande, sentimiento que se hace presente, también, en la costa y en la selva de nuestra patria como lo hicieron patente hace unos años los nativos de Bagua Grande (Región de Amazonas) al defenderla de la voracidad de elementos inescrupulosos que quisieron arrebatarles sus tierras so pretexto de instaurar en ella el “modernismo” con la industria maderera y el etanol intento que fuera impuesto por el ex gobernante, Alan García, quien llegó al colmo de considerarlos como “ciudadanos de segunda clase” y sin importarle motivar, con el conflicto surgido, la muerte de nativos y policías.
En dicha ocasión el espíritu de Rosendo Maqui estuvo presente encarnado por el líder amazónico, Alberto Pizango. ¿Cuántos Rosendos Maquis existirán a lo largo y ancho de nuestro territorio para defender su derecho a poseer la mama pacha antigua? ¿Cuántos Rosendos Maquis necesitamos en Huamachuco para defender las fértiles tierras conformantes del “Área Natural Protegida del nevado Huaylillas?”¿Cuántos Rosendo Maquis existirán en la comunidad Juan Velazco Alvarado listos para defender sus tierras de la voracidad de las insaciables mineras? ¿Habrá alguna persona insensible que sea capaz de entregar sus fértiles tierras que huelen a vida y futuro y que es herencia para sus hijos, para luego de algunos años, recibir sólo tierras destruidas, inservibles y con hedor a muerte? ¿Acaso no basta con lo ocurrido en el cerro El Toro? ¿Dónde están los Rosendos Maquis huamachuquinos?
A 50 años de la partida al infinito de nuestro insigne novelista, Ciro Alegría, nos ponemos de pie para recordar su memoria y exteriorizar nuestra gratitud por el mensaje de justicia que nos dejó a través del inmortal personaje, Rosendo Maqui.