Un extraño suceso sorprendió ayer a los moradores de la parte alta de La Esperanza cuando, en el corral de José Marquina Baca, un pato con seis extremidades vio la luz luego de romper el cascarón. Minutos después, el animal falleció de manera natural.
“La pata estaba empollando sus huevos y nosotros esperando a que estos rompan. En el momento que vimos que algunos huevitos comenzaban a quebrarse, asistimos a la madre para que sus crías nazcan con bien. De pronto, de uno de los cascarones salió un animal singular: un patito bebé con cuatro patas. Esto nos sorprendió a todos en la casa y, como mi hija de ocho años estaba jugando con otros niños de la cuadra, les contó de lo sucedido. Al poco rato los vecinos, curiosos, comenzaron a tocar nuestra puerta”, manifestó Roxana Marquina Rodríguez, hija de José Marquina.
Ante la mirada de los mirones, el inusual animal empezó a moverse iracundo, pero momentos después el murió de manera natural.
“El animalito parecía lleno de vida. Se movía y pataleaba, pero, poco a poco, fue perdiendo la vitalidad. Seguro ya sentía que empezaba a morirse el pobrecito. De un momento a otro, simplemente dejó de agitarse y todos nos dimos cuenta que había dejado de existir”, contó una de las vecinas.
Junto con el pato de las seis extremidades, unos 10 huevos más rompieron el cascaron y, así, se suman a los tantos animales que se crían en la casa de los Marquina Rodríguez.
“Quien se encarga de los patos es mi mujer. A ella, toda la vida le gustaron los animales. Además de patos, tenemos cuyes y gallinas, que nos sirven de alimento en las ocasiones especiales”, afirmó el confundido dueño de casa.
Los vecinos especularon sobre el significado que podría tener el hecho de que el animal haya nacido con esas características. Sin embargo, a pesar de los significados apocalípticos de algunos, el acontecimiento fue tomado con tranquilidad. (La Industria)