miércoles, 22 de agosto de 2012

¡SE ACABÓ LA FIESTA!


Por: Dionicio Mantilla León 

Estamos al final de agosto. Ya los cohetes, bombardas y castillos se han apagado y los pirotécnicos emigran a otras fiestas. Las “candeladas”, en ceniza han quedado. No se escucha más la contagiosa música cantinera, ni el chocar de vasos y cervezas,ni el cantar de los bohemios. Tampoco, el quejumbroso sonar del “chiroco” y el lastimero cantar de las “Quiyayayas”. No se ven más los bulliciosos danzarines con su atavío multicolor pues ya han regresado a sus ranchitos, allá, tras los montes misteriosos. Va acabando la fiesta y los sacerdotes han guardado la imagen de la Virgencita de “Alta Gracia”.

La fiesta ha terminado y los galleros, entre ganadores y perdedores, han guardado en el corral de la ilusión las apuestas a sus gallitos de pelea. Y los toreros, ah, los toreros del gigantesco Coso, airosos se van retirando con orejas y rabos de los toros que con bravura han defendido su precaria vida en calurosas tardes de sol y arena. Ah, y, los toros, ¡ los pobres toros ¡, en filetes han ido a parar al mercado pa saciar el hambre parroquiano.

La fiesta ha terminado y el huamachuquino maravillado ha quedado con la teatralización, en el barrio de los Chancas, de “Los Wamachukus y la bella Xauxa” que los jóvenes estudiantes del Colegio “César Vallejo” con esfuerzo y entusiasmo representaron los orígenes del pueblo.

La fiesta ha terminado y el huamachuquino, poblano y campesino, contento ha quedado con el saborear de su fiesta, pero preocupado porque pese a que ella es “Patrimonio Cultural de la Nación” la prensa poco se ha ocupado de ella, pero si de Arequipa y Huánuco que también celebran sus fiestas el 15 de agosto. Aún así, satisfecho, se adentra en la rutina de los días y las noches que ya vienen.

Vendrá el 30 de agosto y las huarangas de la parte alta y la parte baja nuevamente serán los principales personajes de un inusual evento en los andes liberteños que pinta de rojo y blanco el corazón huamachuquino como su gallardete que airoso los cuidó durante varios días como valiente vigía, pero, también, como eximio bailarín que no se ha cansado de bailar todas las noches con la blanca luna y las estrellas al compás de la música de chirocos y el batir de palmas de los verdes árboles de la Plaza de Armas y el curioso mirar de la Torre del Campanario. Acabó la fiesta y mañana a reflexionar sobre las carencias del presente y las esperanzas del futuro.

¡Qué faltan obras comunales. ¡Qué falta trabajo. ¡Que requerimos del servicio de agua potable, camal, relleno sanitario y poza de oxidación. ¡Que necesitamos otro hospital. ¡Que faltan más centros de recreación. ¡Que el Centro Médico de ESSALUD ofrece un pésimo servicio. ¡Que diariamente los miles de moto taxistas nos asfixian con su excesivo número y caos. ¡Que cada día aumenta el comercio ambulatorio. ¡Que falta remodelar nuestra Plaza de armas. Qué necesitamos más mercados. Un cúmulo de necesidades que provocan el desaliento de la población y que urge sean atendidas por la autoridad municipal, Luis Rebaza Chávez.

Frente a este ingrato panorama aún podemos sentir la alegría de saber que gracias al esfuerzo de la actual gestión edil pronto nuestras escuelas y colegios tendrán locales modernos y confortables con mobiliario y equipamiento pedagógico. Que se tiene ya funcionando los Departamentos de Sicopedagogía en 4 colegios de nuestra ciudad para enrumbar mejor la formación humana de nuestros estudiantes. Qué nuestros maestros se están capacitando en una segunda especialización con el programa Beca Magisterial 2012. Y, que el sueño de contar con una Universidad estatal propia, nuestra UNCA, pronto será una realidad. Todo gracias a la Municipalidad.

¿Cómo no sentir la suave brisa de la esperanza si conocemos que por fin fue recuperado nuestro Palacio Municipal, caro sueño huamachuquino? ¿Cómo no sentirse contento si conocemos que gracias a la adquisición de un pool de maquinarias el mejoramiento de caminos y carreteras de nuestra provincia será una realidad?

¿Cómo no estar satisfechos si sabemos que, pese a todo, nuestro pueblo puede ufanarse de contar con la tan mentada seguridad ciudadana gracias al esfuerzo de nuestros hermanos los ronderos urbanos y campesinos, seguridad ausente en otras ciudades de nuestra región en donde reyna la delincuencia y el crimen?

¿Cómo no hacer manifiesto nuestra satisfacción y alegría si sabemos que contamos con una organización popular, el FEDIP, en torno al cual giran muchas organizaciones sociales de base cuyos dirigentes están imbuidos de amor por Huamachuco antes que de mezquinos intereses políticos. FEDIP, que con las autoridades provinciales, marchan juntos en todo aquello que signifique defensa y obra positiva para Huamachuco, pero que se mantienen alerta ante cualquier atisbo de corrupción de las autoridades. Una unidad que ya quisieran otras comunidades?

La fiesta acabó, otro año comenzará y con él, la hermosa tarea de construir, juntos, el futuro promisor de este caro pueblo, digno de mejor destino.