Identificados. Las cifras indican que cada vez más crece el protagonismo en actividades criminales por parte de ciudadanos venezolanos que se encuentran en situación irregular.
A poco más de 2.680 kilómetros de Lima, Héctor Rusthenford Guerrero Flores, Niño Guerrero, hila los movimientos de sus hombres. Entre 2.000 y 2.700 obedecen sus órdenes, le envían recados y reciben mensajes directos para delinquir.
Este individuo hizo de la celda en la que está recluido, en la cárcel de Tocorón, en Aragua, Venezuela, una oficina de crimen organizado transnacional. Desde allí entreteje las alianzas que han hecho de la banda que lidera, ‘Tren de Aragua’, una megaestructura con tentáculos en nuestro país.
La madrugada del domingo 16 de abril, una brigada especial de la Policía incursionó en un inmueble de Lurigancho, Chosica, e intervino a 18 mujeres y 43 varones, todos ellos venezolanos que ingresaron ilegalmente en el país.
Agazapados entre barras de licor, se encontraban Erick Jonathan Urbina, el Negro Gordo, cabecilla de la banda ‘Los Injertos del Tren de Aragua’, y su lugarteniente Omeliza Regardiz Urbina, Mily.
De acuerdo con informes de la División de Homicidios y de la Brigada Especial de Investigación contra la Criminalidad Extranjera (Beicce), ambos eran encargados de la administración y control del cobro de cupos a mujeres explotadas sexualmente en las plazas de la zona este de Lima, entre otros delitos como la extorsión y el préstamo de dinero “gota a gota”.
Erick Jonathan Urbina, según los investigadores, recibía órdenes de Niño Guerrero, líder máximo del ‘El Tren de Aragua’.
Un oficial de la Dirincri asegura que buena parte de sus integrantes se encuentran en Lima y Callao. Muchos andan con documentos falsos, por lo que cuesta seguirles la pista.
Sus víctimas, entre las que hay menores de edad, también están en situación irregular. Sin familia, con miedo y desconfianza, son presa fácil de los grupos que las capturan y les imponen cuotas imposibles de pagar: entre 200 y 400 soles diarios.
Quedan acorraladas por las deudas y las amenazas. Pero también de los secuestros y la extorsión. A una joven de 21 años rescatada en la urbanización Los Tulipanes, en Carapongo, donde fue capturado el Negro Gordo, la obligaban a prostituirse mientras tenían a su familia intimidada en Carabobo.
El negocio criminal que explota sexualmente a jóvenes venezolanas en Perú no para de crecer. Los clientes se cuentan por miles y para la justicia no ha sido fácil frenar las redes de trata.
¿Deben ser expulsados del país los delincuentes extranjeros? ¿Son permisivos con ellos los fiscales y jueces? Estas y otras preguntas similares poblaron las redes sociales después de que se informó que Christopher Fuentes González, Maldito Chris, el asesino del sereno de Surco, fue detenido pero luego liberado por una fiscal.
En total, en las cárceles peruanas hay privados de su libertad 3.635 extranjeros. De ellos, 2.535 son de nacionalidad venezolana.
La mayoría, 958, está por robo agravado. Asimismo,79 purgan cárcel por homicidio calificado-asesinato, 54 están por extorsión, 35 por organización criminal, 31 por secuestro, 25 por explotación sexual, 24 están confinados por trata de personas, 20 por banda criminal, 19 son feminicidas y 11 purgan condena por sicariato, entre otros delitos.
Los extranjeros encarcelados son minoría. Pero la mayoría de ellos fueron detenidos y condenados por delitos agravados.
Cuando se consulta a la población, la inmensa mayoría sostiene que los delincuentes extranjeros deben ser expulsados sin miramientos. “Bastante tenemos con los nuestros”, es una de las opiniones que más se repite.
Las cifras indican (ver infografía) un importante incremento de los delitos perpetrados por ciudadanos extranjeros. Entre enero y lo que va de abril de 2023 ya suman 1.936 denuncias contra estos ciudadanos en situación irregular.
Las principales denuncias contra extranjeros
De acuerdo con la estadística de la Policía Nacional, los principales delitos protagonizados por ciudadanos venezolanos son las lesiones, violencia familiar, el hurto agravado, robo agravado, violencia contra la mujer, lesiones culposas y robo agravado a mano armada.
De los 3.635 presos extranjeros en las cárceles peruanas, son venezolanos 2.525, conforme a datos del Instituto Nacional Penitenciario (INPE).(LA REPÚBLICA)