Conforme transcurren los días la campaña electoral en su segunda edición va adquiriendo connotaciones muy especiales. Por un lado, Ollanta Humala, asumiendo al aparecer una posición política centrista a través de su documento “Compromiso con el Perú” procurando por todos los medios deshacer los entuertos fabricados por la derecha, promotora de la candidatura de Keiko, entre ellos el cuestionamiento a su plan de gobierno en cuanto a la financiación de su propuesta “Pensión 65”, la supuesta apropiación de los fondos de ESSALUD al ser integrado con el Ministerio de Salud y la afectación de los fondos de las AFP creados durante la dictadura de Fujimori.
LA VERDAD DE OLLANTA.-
Cuestionamientos que han sido rebatidos contundentemente por Humala al afirmar que su programa social “Pensión 65” será financiado por el Tesoro Público en base a una profunda reforma tributaria y por ende por las utilidades del crecimiento económico y no por ningún fondo de pensiones; asimismo, que el “Sistema Único de Salud, Gratuito y de Calidad” que implica la integración de ESSALUD y el MINSA es un proyecto a mediano plazo y no significará perjuicio financiero de ninguna clase, afirmación que es reconocida, incluso, por el aprista, Félix Ortega, actual Presidente de ESSALUD (La República: 29/04/11)y tan corrupto como su antecesor, Fernando Barrios.
En lo que el líder nacionalista si se cuida en reafirmar es en sus propuestas centrales: el impuesto a las sobre ganancias mineras, la revolución educativa, la revisión de las contratos entregados en concesión que afecten al interés nacional (entre ellos puertos, aeropuertos, gas de Camisea, etc), la reforma de la Carta Magna, incremento del sueldo mínimo vital, revisión de los TLC lesivos al interés nacional, defensa de nuestros sectores estratégicos y recursos naturales entre otras propuestas a los que se añaden temas sensibles como el apoyo a la inversión privada, respeto irrestricto a los derechos humanos y a la libertad de expresión.
Cuestionamientos que han sido rebatidos contundentemente por Humala al afirmar que su programa social “Pensión 65” será financiado por el Tesoro Público en base a una profunda reforma tributaria y por ende por las utilidades del crecimiento económico y no por ningún fondo de pensiones; asimismo, que el “Sistema Único de Salud, Gratuito y de Calidad” que implica la integración de ESSALUD y el MINSA es un proyecto a mediano plazo y no significará perjuicio financiero de ninguna clase, afirmación que es reconocida, incluso, por el aprista, Félix Ortega, actual Presidente de ESSALUD (La República: 29/04/11)y tan corrupto como su antecesor, Fernando Barrios.
En lo que el líder nacionalista si se cuida en reafirmar es en sus propuestas centrales: el impuesto a las sobre ganancias mineras, la revolución educativa, la revisión de las contratos entregados en concesión que afecten al interés nacional (entre ellos puertos, aeropuertos, gas de Camisea, etc), la reforma de la Carta Magna, incremento del sueldo mínimo vital, revisión de los TLC lesivos al interés nacional, defensa de nuestros sectores estratégicos y recursos naturales entre otras propuestas a los que se añaden temas sensibles como el apoyo a la inversión privada, respeto irrestricto a los derechos humanos y a la libertad de expresión.
LOS PLAGIOS DE KEIKO.-
De otro lado, conocida es la posición antagónica al plan de Gana Perú, que desde un comienzo ha tenido Keiko Fujimori, sosteniendo que “resultaría peligroso para la estabilidad económica del país” un triunfo de Ollanta Humala por cuanto “su simpatía con Hugo Chávez es sinónimo de dictadura, atentado contra la libertad de prensa y expresión, la agudización de la pobreza y la exclusión”, olvidándose de aquel viejo dicho popular de “no escupir al cielo” por cuanto como todos sabemos durante el gobierno de su padre ella fue primera dama y por ende cómplice de todos esos yerros que hoy imputa a Humala. Empero, lo que llama la atención es la carencia de solidez en sus propuestas de gobierno y la estrategia que ha venido implementando durante la campaña electoral desde la primera vuelta basada en proponer únicamente todo lo contrario a lo propuesto por Humala, una estrategia que ahora viene revirtiendo y hasta está PLAGIANDO las propuestas nacionalistas, como lo hiciera Alan García el 2006. Y, abrumada por la presión de algunos medios de la derecha entre ellos el “Comercio”, viene sosteniendo que colocará un impuesto a las sobre ganancias mineras y que desea seguir el modelo del ex Presidente de Brasil, Lula da Silva.
Esta suerte de súbitos mareos de Keiko se ven aumentados por las serias observaciones de su Plan de Gobierno hechas por “El Comercio” (28/04/11) sosteniendo: “el plan de gobierno de Keiko tiene serias omisiones, pues admite sólo una deuda en la lucha contra la corrupción, pero no hace alusión a los DD. HH., la separación de poderes, ni a la libertad de prensa. Tampoco plantea una estrategia contra el narco terrorismo”. Observaciones graves que también señalan, la vocera de Fuerza 2011, Milagros Maraví, quien reconoce que su Plan de gobierno “omite referirse a la libertad de expresión”; el ex Jefe del INEI, Farid Matouk, quien sostiene que “la gran pregunta es: ¿Cómo se habrán de financiar las propuestas, pues en el Plan de Fuerza 2011 no está expuesto?” y, el prestigioso economista, Alejandro Indacochea, quien revela que en dicho Plan “se mencionan varios programas sociales sin indicar cómo se van a operativizar”. ¿Y así critica el Plan de “Gana Perú”?
Así las cosas, el electorado viene expresando, a través de las primeras encuestas, su apoyo al líder nacionalista quien lleva 5 puntos de ventaja a Keiko; sin embargo, ella aún sigue gozando del apoyo popular aprovechando de la especie de amnesia colectiva de la que vienen adoleciendo un buen número de peruanos que aún no toman conciencia de las calidades de estadista que debe poseer quien a partir del 28 de julio dirija los destinos de nuestra patria.
De otro lado, conocida es la posición antagónica al plan de Gana Perú, que desde un comienzo ha tenido Keiko Fujimori, sosteniendo que “resultaría peligroso para la estabilidad económica del país” un triunfo de Ollanta Humala por cuanto “su simpatía con Hugo Chávez es sinónimo de dictadura, atentado contra la libertad de prensa y expresión, la agudización de la pobreza y la exclusión”, olvidándose de aquel viejo dicho popular de “no escupir al cielo” por cuanto como todos sabemos durante el gobierno de su padre ella fue primera dama y por ende cómplice de todos esos yerros que hoy imputa a Humala. Empero, lo que llama la atención es la carencia de solidez en sus propuestas de gobierno y la estrategia que ha venido implementando durante la campaña electoral desde la primera vuelta basada en proponer únicamente todo lo contrario a lo propuesto por Humala, una estrategia que ahora viene revirtiendo y hasta está PLAGIANDO las propuestas nacionalistas, como lo hiciera Alan García el 2006. Y, abrumada por la presión de algunos medios de la derecha entre ellos el “Comercio”, viene sosteniendo que colocará un impuesto a las sobre ganancias mineras y que desea seguir el modelo del ex Presidente de Brasil, Lula da Silva.
Esta suerte de súbitos mareos de Keiko se ven aumentados por las serias observaciones de su Plan de Gobierno hechas por “El Comercio” (28/04/11) sosteniendo: “el plan de gobierno de Keiko tiene serias omisiones, pues admite sólo una deuda en la lucha contra la corrupción, pero no hace alusión a los DD. HH., la separación de poderes, ni a la libertad de prensa. Tampoco plantea una estrategia contra el narco terrorismo”. Observaciones graves que también señalan, la vocera de Fuerza 2011, Milagros Maraví, quien reconoce que su Plan de gobierno “omite referirse a la libertad de expresión”; el ex Jefe del INEI, Farid Matouk, quien sostiene que “la gran pregunta es: ¿Cómo se habrán de financiar las propuestas, pues en el Plan de Fuerza 2011 no está expuesto?” y, el prestigioso economista, Alejandro Indacochea, quien revela que en dicho Plan “se mencionan varios programas sociales sin indicar cómo se van a operativizar”. ¿Y así critica el Plan de “Gana Perú”?
Así las cosas, el electorado viene expresando, a través de las primeras encuestas, su apoyo al líder nacionalista quien lleva 5 puntos de ventaja a Keiko; sin embargo, ella aún sigue gozando del apoyo popular aprovechando de la especie de amnesia colectiva de la que vienen adoleciendo un buen número de peruanos que aún no toman conciencia de las calidades de estadista que debe poseer quien a partir del 28 de julio dirija los destinos de nuestra patria.