En la mira. Agentes de investigación criminal han identificado a ‘Los Pulpos’, ‘Los Compadres’, ‘Los Ochenta’, ‘La Nueva Alianza’ y ‘La Nueva Jauría’ como las organizaciones que se dedican a cometer secuestros, extorsiones, asesinatos y trata de personas en esa región norteña. Solo el año pasado se han perpetrado 354 homicidios y más de 2.000 cobros de cupos.
La escalada de violencia en La Libertad no es un fenómeno de los últimos meses, ni siquiera de los últimos años. La violencia se puede rastrear, al menos, desde hace tres décadas, cuando aparecieron las primeras señales de que el crimen organizado ganaba terreno en Trujillo, ciudad convertida hoy en el epicentro de la criminalidad local y extranjera.
La República accedió a un detallado trabajo de la Policía, que traza una radiografía del crecimiento de las bandas criminales y cómo la violencia se focalizó en Florencia de Mora, El Porvenir, La Esperanza, Virú, Chepén, Paiján, Moche, Trujillo, Pataz, Huanchaco, Chao, Laredo, Víctor Larco y Santiago de Chuco.
El año pasado hubo cerca de 350 homicidios y 2.000 extorsiones, lo que convierte a La Libertad en la segunda región más violenta del país, después de Lima. En 2022 se tuvieron 220 y en el 2021 se cometieron 189 asesinatos.
La División de Investigación Criminal y Apoyo a la Justicia, a cargo del coronel PNP Víctor Revoredo, ha detectado la actividad de cinco organizaciones cuyos crímenes van desde el sicariato, la trata, la extorsión, el secuestro hasta el delito contra el patrimonio y el medio ambiente.
Además, estas bandas tienen nuevas estructuras. Este es el caso de ‘Los Pulpos Nueva Generación’, ‘Los Compadres’, ‘Los Ochenta’, ‘El Cártel: La Nueva Alianza’ y ‘La Nueva Jauría’. Todas tienen varios líderes, de modo que descentralizan las decisiones. Esto hace que actúen en diferentes zonas y sea más difícil ubicarlos.
El crimen organizado, actualmente, abarca una gran cifra de actores vinculados a otras actividades, como la minería ilegal y la trata. Y también actúan como franquicia. Por ejemplo, ‘Los Canallas’ y ‘La Hermandad’ toman el nombre de ‘Los Ochenta’ y, previo pago, acceden a su territorio y hasta sus stickers para extorsionar.
Estas bandas no tienen un territorio marcado, aunque se sabe que logran agruparse en una especie de corporación para unir esfuerzos. Mientras que en las ‘viejas bandas’ el objetivo es la expansión de sus zonas.
Hoy en día, estos territorios se conquistan mediante el control de la población.
Para lograrlo, los delincuentes usan “técnicas de intimidación”: eliminan a sus rivales, atacan los bienes de sus “objetivos” con explosivos o les envían cartas y mensajes.
Sus acciones criminales
‘Los Pulpos’ tienen su centro de operaciones en El Porvenir, mientras que ‘La Nueva Jauría’ se dedica a la extorsión de empresarios en el distrito de La Esperanza. Actualmente, en esta red existen tres facciones: ‘La Jauría’, ‘La Nueva Jauría’ y ‘La Jauría Nueva Generación’.
‘Los Ochenta’ nacieron en Florencia de Mora. Uno de sus cabecillas, José Gerardo Becerra Espejo (24), fue asesinado en octubre del 2022 cuando comía y bebía en una cevichería del distrito de Víctor Larco.
‘Los Compadres’ vienen sembrando el terror en el distrito de La Esperanza desde el 2017. Está conformada por remanentes de las bandas ‘Los Malditos de El Triunfo’ y ‘La Jauría’.
En el 2021, cuando los mineros ilegales comenzaron a extraer y vender oro, iniciaron los robos en las carreteras, explicó el coronel Revoredo, por lo cual decidieron contratar “personal de seguridad”. En realidad eran delincuentes prontuariados de El Porvenir, La Esperanza y Florencia de Mora. Desde el 2020, las organizaciones criminales de Trujillo y extranjeras (como el ‘Tren de Aragua’) se trasladaron hacia Pataz, con la finalidad de prestar seguridad y protección a los ‘parqueros’, explicó.
Ahora la minería está enfrentando a la delincuencia criminal transnacional.
En la provincia de Pataz actúan ‘Los Pulpos’, ‘La Jauría’, ‘Los Compadres’ y ‘La Gota Norteña’. “Tengan la seguridad de que estos delincuentes van a ser capturados y puestos a disposición de la justicia”, dijo el coronel Revoredo.
El oficial señaló a ‘Los Pulpos’ como una de las bandas más sanguinarias de la región La Libertad y agregó que el principal lugarteniente del cabecilla Jhonsson Pulpo (quien podría estar en Chile) es alias Jolín, cuya captura es inminente, como sucedió con Luis Alberto Daga Lozano, alias Pacolo o Maicol.
Revoredo indicó que otra red criminal identificada es ‘Los Compadres’. Sus líderes son Deivi Romero Ullilen, alias Jorobado; Jimmy Larry Bazán Valderrama, alias Chato; y Henrry Rojas Ruiz, alias Gemelo. Esta banda cuenta con siete sicarios como brazo armado.
De acuerdo con las autoridades de investigación criminal, la banda ‘Los Ochenta’ estaría liderada por María del Pilar Espejo Abanto, alias Tía Pila. Ella trabajaría con grupos criminales como ‘Los Canallas’, que es integrado por los alias de Pez, Tato y Negro Carty.
También por ‘La Hermandad’, conformado por Pedro Vigo Armas, alias Pepe; Luis Becerra Espejo, alias Maycorth; y Jefferson Paisig.
Revoredo contó que ‘El Cártel: La Nueva Alianza’ es otra organización, cuyo presunto cabecilla es Josué Blas Lezama, alias Gato Cote.
En tanto, ‘La Nueva Jauría’, presuntamente liderada por Gary Montoya Arias, alias Amanerado Deyvi, es otra de las bandas criminales que operan en la ciudad de Trujillo.
“A ellos solo les queda el camino de la cárcel”, aseguró Revoredo tras manifestar que el trabajo de la Policía ha incomodado a las bandas criminales, e incluso uno de los cabecillas ha ofrecido 80.000 soles por eliminarlo.
Estado de emergencia en cuidados intensivos
Enfoque. Ricardo Valdés, exviceministro del Interior
Luego de tantos estados de emergencia fracasados (los últimos en Lima sirvieron como excusa para despedir al excomandante general PNP Jorge Angulo), uno esperaría que la presidenta, el premier y el ministro del Interior hayan evaluado y sacado conclusiones sobre lo que debe mejorarse en materia de seguridad, al menos a nivel de la PNP (Trujillo) y a nivel de las FFAA (Pataz).
Un diagnóstico ha sido realizado por las autoridades de La Libertad y presentado en la primera reunión del Coresec en enero de este año. Allí, los máximos representantes políticos y los jefes de la Policía, Poder Judicial y Fiscalía establecieron que, para frenar a la delincuencia, se requiere dotar de recursos para incrementar el patrullaje, aumentar las unidades de flagrancia para impedir que un 97% de los detenidos en flagrancia entren al sistema común, donde terminarán por salir en libertad; así como entregar mayores recursos para enfrentar la carga laboral del Ministerio Público y coordinar con el INPE para frenar la extorsión que sale de la cárcel El Milagro.
Dieron una larga lista de requerimientos, pero sin indicadores que permitan usarse como una línea de base para evaluar avances o no. Ninguna propuso un estado de emergencia.
El dato
Jhonsson Cruz Torres, alias Jhonsson Pulpo, es sindicado como cabecilla de ‘Los Pulpos’. El Gobierno ofrece 75.000 soles por su captura. Además, está condenado a 35 años de prisión.
(LA REPÚBLICA)
