Generosidad wari. Durante la gestión de Wilfredo Oscorima como gobernador regional de Ayacucho, la empresaria y dirigente política Esperanza Rojas Gutiérrez ganó cinco adjudicaciones de obras públicas por S/51,6 millones. Luego de esto, Rojas lanzó como candidato de su partido a Oscorima y venció por tercera vez como gobernador ayacuchano.
Para la empresaria ayacuchana Esperanza Rojas Gutiérrez, la política y los negocios van de la mano. Nadie se lo enseñó. Lo entendió por experiencia. En el año 2000, postuló sin suerte al Congreso por el partido fujimorista Perú 2000. Luego, en 2006, esta vez con otra organización fujimorista, Sí Cumple, se lanzó como regidora de la Municipalidad de Huamanga. Tampoco tuvo fortuna. Y en 2018, sin dejar de ser fujimorista, fue candidata a gobernadora regional por el movimiento Tecnología de Punta para Ayacucho (TEPA), pero perdió ante su contrincante de la Alianza Renace Ayacucho, Wilfredo Oscorima Núñez. Sin embargo, para la siguiente elección, cansada de las derrotas, Esperanza Rojas se aseguró reclutando a Oscorima como candidato al Gobierno regional por Wari Llacta, la nueva versión de TEPA. Entonces, recién alcanzó el poder, por intermedio de Wilfredo Oscorima.
Mientras se dedicaba a la política, la fundadora de Wari Llacta, y socia política de Oscorima, facturaba como proveedora del Gobierno Regional de Ayacucho durante la gestión del empresario de casinos y tragamonedas.
Lluvia de millones
Como puede apreciarse en el cuadro adjunto, entre 2013 y 2015, entre el primer y segundo periodo como gobernador de Ayacucho, Oscorima adjudicó a la empresa Dyacons SAC, fundada en Lima en 2007 por Eduardo Durand Flores y Jesús Agüero Andrade. Esperanza Rojas Gutiérrez, quien originalmente se dedicaba a la venta de dólares, se convertiría en gerente financiera de Dyacons SAC.
La rueda de la fortuna
La República obtuvo copias de los cinco contratos suscritos entre el Gobierno Regional de Ayacucho y la empresa de Esperanza Rojas. Cuatro de estos los firmó el mismo Oscorima, y tres los suscribió Jesús Andrade, el socio de Rojas, la fundadora y dirigente de Wari Llacta.
Por la elaboración de expedientes, supervisión y ejecución de obras, especialmente escuelas públicas, Dyacons SAC consiguió contratos por S/51,6 millones en menos de tres años de la gestión de Oscorima. Nada mal para una empresa que se inició con un capital de S/60.000.
Pero lo que ha llamado la atención de las autoridades es que, el 23 de febrero de este año, el Proyecto Especial Legado, encargado de la organización de los Juegos Bolivarianos en Ayacucho, adjudicó el proyecto de construcción de un comedor por S/22,4 millones al Consorcio Bicentenario I, formado por las empresas CyP Constructores y Consultores EIRL, Cielo & Estrella SAC y el empresario Félix Cabrera Gutiérrez. Como representante del consorcio, fue consignada Esperanza Rojas Gutiérrez, la presidenta del partido del gobernador ayacuchano, Wilfredo Oscorima. Sí, la misma que durante las gestiones anteriores de Oscorima la empresa en la que es gerente financiera consiguió S/51,6 millones en contrataciones para obras públicas.
Ayer jueves, los periodistas ayacuchanos abordaron a Esperanza Rojas para que explicara su participación en el consorcio que logró un contrato de S/22,4 millones. Pero no respondió. Señaló que convocaría a una conferencia de prensa para responder a las preguntas de los reporteros.
Algunas de las obras contratadas por Dyacons SAC, de Esperanza Rojas, con el Gobierno Regional de Ayacucho enfrentan acusaciones e investigaciones. Pero no fueron obstáculo para que el Comité de Selección del Proyecto Especial Legado, compuesto por los servidores Rurick Olano Altamirano, Pelayo Benavente Ramírez y Miguel Tacure Muñoz, adjudicara la obra al Consorcio Bicentenario I, que representa Esperanza Rojas, la amiga y socia política de Oscorima.
El comité consideró, basándose en disposiciones del Organismo Supervisor de Contrataciones del Estado (OSCE), que, mientras no exista sanción vigente, Rojas puede continuar como contratista del Estado.
Sin embargo, los integrantes del Consorcio Bicentenario I, cuya representante es Esperanza Rojas, también tuvieron contratos con el Gobierno Regional de Ayacucho durante las gestiones de Wilfredo Oscorima Núñez.
A Esperanza Rojas Gutiérrez no le importó la condena de cinco años de prisión por corrupción que la Justicia aplicó a Wilfredo Oscorima por corrupción. Tampoco le pareció que fuera un impedimento para postularlo como gobernador regional de Ayacucho para el periodo 2023-2026.
El miércoles pasado, la Fiscalía contra la Corrupción, ante un llamado sobre el traslado de expedientes desde la sede del Gobierno Regional de Ayacucho, hizo un operativo para recuperar la documentación. Lo sospechoso es que la mudanza se produjo poco después de que la Fiscalía de la Nación emprendiera una serie de diligencias que involucran a Oscorima por el supuesto préstamo de relojes Rolex a su amiga la jefa de Estado, Dina Boluarte.
La Fiscalía cree que, además de los préstamos o regalos, Oscorima ha recibido un tratamiento especial por parte de Palacio de Gobierno, como transferencias de fondos para obras públicas. Algo similar a lo que sucedió durante el gobierno de Pedro Castillo, quien autorizaba transferencias de recursos a alcaldías provinciales y distritales para la ejecución de proyectos de agua potable, saneamiento, escuelas o carreteras. En la lista incluyó a alcaldes que luego adjudicaban las obras a los amigos del expresidente.
Fuentes de la Fiscalía a cargo del caso informaron que también están haciendo un registro de los contratos de la empresa Lidercon SAC, de propiedad de Jesús Agüero Andrade, dueño también de Dyacons SAC, cuya gerente financiera es Esperanza Rojas. Entre 2008 y 2020, Lidercon SAC ha contratado con diferentes entidades estatales, incluyendo alcaldías ayacuchanas, por S/81,2 millones.
Las autoridades han detectado varios casos de empresarios que financian proyectos políticos para controlar alcaldías y Gobiernos regionales y desde esa posición orientar las adjudicaciones de obras públicas en beneficio de los inversionistas de las campañas de los candidatos. La Fiscalía busca este tipo de conexiones en el caso de la empresaria Esperanza Rojas Gutiérrez, fundadora y lideresa de los movimientos Tecnología de Punta para Ayacucho y Wari Llacta.
Félix Cabrera Gutiérrez, el empresario que forma parte del Consorcio Bicentenario I, que representa Esperanza Rojas Gutiérrez, también ha contratado con el Gobierno Regional de Ayacucho durante el mandato de Wilfredo Oscorima. Se le adjudicaron 4 proyectos por S/2,9 millones entre 2013 y 2015.
Esta información indica que existe cierta conexión entre Wilfredo Oscorima y los empresarios que han obtenido el contrato de S/22,4 millones para la habilitación de un comedor destinado a los aproximadamente 2.000 deportistas que participarán en los Juegos Bolivarianos.
Consultadas las fuentes sobre este nuevo hecho confirmado —dos contratistas de Oscorima vuelven a ganar un millonario contrato—, no resulta coincidencia sino más bien la secuencia de un patrón. Por este motivo, la Fiscalía ha iniciado la revisión de todos los proyectos adjudicados por Oscorima en su gestión para identificar a los ganadores. Y así determinar si es o no es Oscorima el rey Midas de los contratos.
El dato
Los socios de Esperanza Rojas también obtuvieron contratos con el gobernador Wilfredo Oscorima. La Fiscalía ya los investiga.
Oscorima violó varias veces normas de conducta
Wilfredo Oscorima Núñez violentó durante 7 meses las reglas de conducta que le impuso el Poder Judicial como parte de un proceso de corrupción relacionado con la orientación de una licitación en beneficio de una constructora.
El magistrado Jorge Chávez Tamariz señaló que Oscorima debía presentarse mensualmente para un registro de identificación y no lo hizo, con lo que rompió las normas básicas de la comparecencia con restricciones.
Oscorima tenía que someterse al registro biométrico, así como presentar reportes sobre sus actividades, pero no le importó. Se burló de la justicia. La Fiscalía ha solicitado al juez Chávez que evalúe el caso y sancionar a Oscorima para que otros imputados no imiten esa mala conducta. (LA REPÚBLICA)
