Fujimorismo y sus aliados avanzan hacia el sometimiento político de los organismos responsables de los comicios.
Desde donde se mire, lo ocurrido ayer en la Comisión de Constitución es un legicidio. Se votó por el predictamen que impulsa la congresista Martha Moyano, el cual modifica el artículo 99 de la carta magna y que expresamente preservaba a los jefes de los organismos que componen el sistema electoral (JNE, ONPE y Reniec) de los manejos políticos que se pueden tejer —y se tejen— en el Parlamento.
El antejuicio y el juicio político contra autoridades que por definición deben quedar al margen de cualquier perturbación, debido a su autonomía, imparcialidad e idoneidad, son el sometimiento indudable que se pretende lograr con esta medida.
Los criterios del Congreso ya se han puesto en evidencia en cada una de las etapas en las que se ha desarrollado, por ejemplo, la persecución contra la Junta Nacional de Justicia. Se han levantado cargos inexistentes, o generados mediáticamente, para poder sancionar a los miembros del organismo autónomo constitucional. El Poder Judicial ha revertido temporalmente la inhabilitación de Inés Tello y Aldo Vásquez, pero ahora se está buscando que el TC —elegido a la medida del Parlamento— sea el que determine la condición de los integrantes de la JNJ. La coalición en el poder ha logrado imponer sus normas electorales, ha modificado la Constitución a su real creer y entender, para poder postularse a la reelección, tener la posibilidad de integrar el Senado y seguir controlando a todos los poderes del Estado, que están siendo sojuzgados por un exceso de atribuciones que se ha arrogado el Congreso, ante la extrema debilidad de un Ejecutivo genuflexo.
Ahora, se atreven al sojuzgamiento del sistema electoral y procuran nuevamente afectar a la JNJ. Es un operativo que hay que analizar integralmente. Un manotazo que solo busca coartar la independencia de las instituciones, a las que quieren controlar mediante el chantaje de la denuncia y los procesos por cualquier cosa que se les antoje. Es obvio que tienen la vista puesta en las elecciones y en una candidata que, al estilo de Maduro, quieren que corra sola, sin competencia.