El matrimonio infantil está definitivamente ilegalizado en el Perú.
Ha tenido que pasar un año de debates en el Congreso para que finalmente se apruebe la ley que impide el matrimonio infantil en el Perú. En ese interín se han escuchado opiniones absurdas. Posiblemente las peores han provenido de un parlamentario que además ostenta el título de presidente de la Comisión de Educación, el congresista de Perú Bicentenario José Balcázar.
Ha sostenido, a lo largo de los debates, que una mujer a los 14 años tiene la madurez sexual para mantener una relación con un hombre mayor de edad y que no la considera delito de abuso, si hay consentimiento. Por el contrario, las relaciones sexuales tempranas más bien ayudan al futuro psicológico de la mujer. Ha seguido desgranando teorías sobre la relación consentida entre alumnas y profesor y ha expresado que no encuentra nada sancionable en esa relación.
Pese a sus opiniones, que podrían ser gravitantes por el cargo que ocupa, el Pleno del Congreso ha dictaminado el proyecto que prohíbe matrimonios con menores de edad, con un rotundo 113 votos a favor, cero en contra y tres abstenciones, las de los congresistas Balcázar, la ex fiscal de la Nación Gladys Echaíz y Víctor Cutipa.
En el 2018 se modificó el Código Civil y se abrió la posibilidad de que niñas de 14 hasta 16 años contrajesen matrimonio, casi siempre con hombres mayores de edad.
El Fondo de Población de las Naciones Unidas ha advertido que, en el país, 11 niñas de entre 10 y 14 años quedan embarazadas al día. En la gran mayoría de casos se trata de víctimas de abusos sexuales. Solo llegan a término cuatro de estos embarazos. En lo que va del año 2023, se han reportado más de 6.000 niñas víctimas de violencia sexual.
En el caso específico de matrimonios infantiles, se calcula que hay por lo menos 30 matrimonios de niñas por año en el país. Con el anterior marco jurídico, era altamente probable que los violadores sexuales se convirtieran en esposos para evitar la penalidad por el delito cometido.
La ley espera el pronunciamiento del Ejecutivo para su promulgación. Por lo pronto, y mientras se convierte en un mandato legal, consideramos que el país ha dado un paso adelante, desterrando una práctica de abuso sexual que ha afectado seriamente la calidad de vida de muchas niñas. El matrimonio infantil es abuso.